martes, 9 de agosto de 2011

En nombre de Dios. [Cap. 4]

Los personajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto y la canción, En nombre de Dios, la cual ayuda a comprender y llenar el fan fic a Mägo de Oz.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: NarutoxSasuke, ItachixSasuke, OrochimaruxSasuke etc..
Generos: AU, romance, fantasia, Songfic, tragédia, religión,
Advertencia: Muerte de un personaje, lime/lemon, iincesto y violación
No recomendado para menores de 13/16 años dependiendo del capitulo.
Escrito en: 17/07/09
Finalidazo: No

Frases de la canción estan en cursiva.

Capítulo 4: Me quedaré contigo. La lucha.

-Simularé un ataque o algo así y mientras Orochimaru me auxilia tú aprovecharás para darle un golpe y escapar.-

¿Realmente pondría su vida en peligro para que yo pudiera huir?

-Y cuando se de cuenta de que es mentira, ¿qué te pasará?-

-A mi nada, si me mata nunca podrá extraerme el Kyuubi así que estoy a salvo.–

Me dijo mirándome a los ojos, me trasmitió seguridad.

-De acuerdo.-

ç¿Como podía haber pensado que alguien arriesgaría su vida por mí? Después de lo que Orochimaru me hizo es como si solo fuera un muñeco usado o así me sentía yo.

Después de contarme su “plan”, ninguno de los dos dijo nada más hasta que escuchamos acercarse alguien a la cabaña. Inmediatamente Naruto empezó a gritar y convulsionarse, los pasos se aceleraron para después abrir de un golpe la puerta.

-¿Qué te pasa Naruto?–

Gritó un poco histérico.

El rubio cada vez hacia empeorar más su estado dejando a Orochimaru totalmente concentrado en él.

Entonces yo rápidamente cogí una piedra que estaba en el suelo y le di un golpe seco en la nuca, luego este cayó al suelo inconsciente.
En ese momento me entraron unas ganas enormes de darle una buena paliza y matarle pero no había tiempo para eso.

-Adiós Sasuke.–

Dijo el zorro sin mirarme.

Me iba a arrepentir de lo que estaba a punto de hacer. En las manos de Orochimaru se encontraban unas llaves, las cogí.

-¿Qué haces?-

-Sacarte de aquí.-

-Pero…-

-Cállate y agradécemelo.-

Ese chico tenia algo especial que me atraía y sentí que no podía dejarlo allí y menos con ese degenerado.

Abrí ese tipo de esposas de sus muñecas y pies, en cada extremidad tenia una marca de tanto intentar escapar.

-Vámonos.–

Dije ayudándolo a levantarse.

Salimos corriendo de allí pero no antes de encerrar a Orochimaru en ese sucio lugar, sabia que no serviría de nada pero si lo hacía sentía que tenía mas oportunidades de escapar y podernos alejarnos más de él.

Los dos teníamos la agilidad de correr muy rápido y en un santiamén ya nos encontrábamos en el bosque, muy adentro del bosque. Nos paramos en una clariana, esta también tenía un lago, no tan grande como el que conocía pero lo suficiente para poder bañarse.

Nos sentamos debajo de la sombra de uno de los frondosos y verdes árboles que había en ese, también, hermoso lugar. Se respiraba mucha paz. El suave viento recorriendo mi pelo y mi piel, el olor de las flores y el sonido del agua, parecía que los problemas se desvaneciesen en ese bucólico lugar.

-¿Qué harás ahora?-

-¿Eh?–

Estaba realmente en mi mundo.

-¡Que qué harás ahora!-

-Tranquilo, que no estoy sordo.–

Naruto estaba siendo un chico muy chillón.

-Pues no tengo ni idea, la verdad si pudiera me gustaría convertirme en uno de estos arboles y así poder ver cada día este paisaje y no tener que preocuparme por nada.-

-Realmente lo que te pasó es muy duro, pero no puedo decir que te entienda porque yo nunca me he enamorado de nadie.–

Habló demasiado.

-¿Lo sabes? –

La rabia invadió mi cuerpo, la sangre me hervía.

-Tu hermano me lo contó.–

Dijo un poco arrepentido de sus palabras.

Sentí varias emociones en esos instantes, por una parte rabia, Naruto sabía todo de mí sin habérselo contado yo. Tristeza, me hizo recordar a mi difunto hermano y también lo mucho que lo echaba de menos. Y celos, solo de pensar que él había pasado sus últimos momentos a solas con Itachi, me moría de celos.

-¿Por qué no me lo has dicho desde un principio que te lo había contado todo?-

-Parecías afectado…-

-¿Y por que coño me lo cuentas ahora?-

-No se… creí que había más confianza… además no es bueno que te lo guardes todo para ti solo…-

Intento ponerme el brazo en el hombro.

-¡Tu que sabrás!–

Aparté su brazo.

Odiaba que sintieran pena por mí pero la presión era tanta que mis ojos empezaban a humedecerse, tenia que salir de allí.

-Creo que ha llegado el momento en que nuestros caminos se separen.-

Me levante para irme.

-Espera, creído de mierda.–

Había dado unos pasos cuando sentí eso que parecía haber sido Naruto.

Me giré.

-¿Qué quie…-

Me quede con las palabras a medio decir, la mirada de Naruto había perdido su frescor azulada y ahora era de un color rojo sangre.

-Ya puedes cerrar tu boquita de piñón niño, como puedes ver yo no soy Naruto, sino el Kyuubi.-

-¿Y?–

Me atreví a chulearle.

-Pues que no vas a dejar solo a Naruto, esta noche será el eclipse lunar y no podré actuar si Orochimaru pone sus asquerosas garras encima de este encantador niñito que tengo como cuerpo. Así que te quedaras con él hasta que todo haya pasado.-

-¿Y si me niego?-

-Querrás decir que quieres morir.

–La sonrisa que mostraba el Kyuubi en la cara de Naruto realmente daba pavor.

Sonreí.

-Creo que tu patética amenaza no será suficiente para que me quede, la muerte ya no me da miedo.-

-¿Y la muerte de Naruto?-

A que venia esto, ¿por que tendría que temer a que Naruto muriera? Me había ayudado pero tampoco le conocía tanto y no había tenido tiempo de poder formar ningún sentimiento hacia él.
Pero tampoco era plan de que Orochimaru obtuviera ese poder.

-De acuerdo, me quedaré con Naruto hasta mañana por la mañana.-

-Has hecho bien de escoger esta opción porque a Naruto le hubiera sabido muy mal ver tus pedazos esparcidos por todos lados y sus manos cubiertas de tu sangre. Aunque no lo parezca te ha cogido mucho aprecio.-

¿Lo decía en serio? Por un momento mi corazón se acelero pero un cuerpo cayendo me saco de mis pensamientos, Naruto había caído desmayado en el suelo.

Fui a socorrerle. Lo deje apoyado en el troco del árbol donde estábamos sentados y fui a coger un poco de agua para mojarle la cara, al cabo de poco volvió en si. Sus ojos me volvieron a impresionar, había olvidado ese color tan azul.

-¿Qué ha pasado?-

Ahora no sabía si tenía que mencionar lo que el Kyuubi me había dicho. Dudé.

-El Kyuubi me ha hablado.-

-¿Qué te ha dicho?, ¿te ha hecho algo?-

-Pues… la verdad nada, solo ha sido un momento, solo me ha insultado y eso.-

-Ah…-

Me guardé las palabras del Kyuubi para mí.

Naruto no hizo ningún comentario de porque al final no me había ido. ¿Podía ser que tuviera miedo de que entonces me fuera?

El tiempo pasaba y con él la tarde dando paso a la oscuridad del cielo y a una luna llena que aparecía entre los arboles.

Naruto no paraba de dar vueltas de un lado para otro.

-¡Por Dios! ¿Puedes estarte quieto?–

Le grité rompiendo el silencio que se hizo habitual en el lugar, estaba perdiendo los nervios.

-No, no puedo, estoy seguro de que tarde o temprano aparecerá Orochimaru, y entonces no sé que pasara…no puedo evitar estar nervioso.-

-Estamos muy adentro del bosque y no creo que nadie nos encuentre y menos con esta oscuridad.–

Dije intentando tranquilizarle.

-No estés tan seguro…-

-¿Le temes?-

Su cara me inspiraba ese sentimiento.

-No, yo no le temo a nada.–

Dijo no muy convencido de su respuesta. Esa valentía falsa hacia que realmente lo quisiera proteger porque era una verdad muy grande que las personas que se hacen las fuertes son las que necesitan más ayuda. A parte de que me pareció muy tierno.

-Naru…–

Un sonido de ramas al romperse me alarmó los sentidos.

-¿Qué ha sido eso?–

Pregunto el rubio.

En ese momento una nube tapó por completo la blanca luna que nos iluminaba dejándonos en la total oscuridad y los ruidos se pronunciaban y acercaban más haciendo que me preocupara.

-Ahh.–

Un gemido y un crujir de huesos se oyeron.

-¿¡Naruto donde estas!?–

Grité al vacio, no me estaba gustando nada todo eso.

-Sas...ahh.-

-¡Naruto!–

Volví a gritar.

Un viento inesperado hizo que la nube negra se moviera dejando paso a la luz nocturna mostrándome la horrible imagen de una gran serpiente enroscada en el cuerpo del rubio.

Me quedé paralizado. Los ojos de Naurto que aun seguían un poco abiertos me miraban implorando ayuda pero mi cuerpo a causa del miedo quedó inmóvil, yo nunca me había enfrentado con una cosa así pero ni el horror ni la magia habían acabado ya que aquella extraña serpiente de ojos amarillentos y piel con brillantes escamas purpuras empezó a deformarse aun con Naruto agarrado entre su gruesa extensión dando paso a un cuerpo humano cada vez más familiar.

Su pálida y fría tez me hizo recordar esos momentos de repulsión que nunca podría olvidar.

-Nos volvemos a ver Sasuke.-

Orochimaru me miraba con cara de satisfacción mientras con su babosa lengua lamia la mejilla de Naruto.

-Vuelves a ser mío pequeño zorrito, añoraba tu sabor.-

-¡Deja en paz a Naruto!–

Grité como nunca lo había hecho, sentí tanto asco y rabia al ver como ese degenerado tocaba la piel de Naruto y... solo pensar que podría hacerle lo que a mi, la sangre me volvía a hervir.

A causa de la gran presión que Orochimaru ejercía en su cuerpo Naruto se desmayó.

-Vaya… se ha desmayado, con lo que me gusta a mi verlos llorar.-

-¡Maldito!–

Empecé a correr hacia su dirección empujado por sus sucias palabras, sentía como si cada una de ellas fueran dirigidas a mí.

Sin ninguna experiencia en combate empecé a golpearle con todas mis fuerzas pero él ágilmente los esquivaba todos dejándome casi sin aliento.

-¿A caso quieres otra ronda?–

Dijo lujuriosamente.

-¡Te voy a matar!–

Mi cuerpo ardía a causa de tanto dolor y rabia, se estaba burlando de mi, de lo que me hizo y también de lo que le hizo a mi hermano. No podía parar de gritar como un loco, a él eso le causaba más risa y eso a mí más rabia.

-¡Cierra tu asquerosa boca!-


Con el puño cerrado le adentré un golpe en el estomago que no pudo esquivar dejándole un momento sin aliento en el cual aproveche para coger a Naruto de sus brazos, cargármelo en la espalda y salir corriendo de allí esperando que la oscuridad de la noche me sirviera como escondite.

-Si crees que huyendo vas a tener una oportunidad de salvarte estas muy equivocado. Me aburre el juego del escondite…-

Por más que corriese las palabras de Orochumaru se escuchaban como si éste estuviera dentro de mi cabeza: sus risas, sus “vais a ser míos”, y alguna que otra palabra obscena. Me estaba volviendo loco.

No pude correr más y dejé a Naruto dentro de un tronco de un gran árbol hueco, después me metí yo pero antes intente arrancar unas cuantas ramas y otras cosas para tapar la entrada.

Solo me quedaba rezar al tan nombrado Dios para que Orochimaru no nos encontrara.

Naurto empezó a toser.

Y como hice la primera vez lo senté en la pared de madera para que pudiera volver un poco más en si.

Lo miraba preocupado.

-Gracias…–

Dijo después de limpiarse la garganta.

-No hay de que, no pensaba dejar que ese carbón te tocara.–

Intenté sonreír para que se tranquilizara pero su reacción no fue la esperada. Su expresión se entristeció.

-¿Todo esto lo haces por ti mismo no?–

Me pregunto él.

-¿Qué dices?

-Lo haces porque una vez no pudiste defenderte y ahora te quieres vengar haciendo que Orochimaru no pueda quitarme el Kyuubi.

No acababa de entender a Naruto pero puede que en parte tuviera razón ya que de alguna manera u otra tenía que vengarme por lo que me hizo, además tenia que hacer lo que me había dicho el Kyuubi, nunca había pensado realmente en Naruto.

-Sabes, puede que en parte tengas razón.-

-Ya veo que otra vez me he equivocado, creí que tu eras diferente, que me entenderías y tratarías como a un igual pero veo que tu también me ves como una cosa sin sentimientos e inferior a ti, un estorbo. Lo mejor seria que te fueras, no te preocupes por mi no creo que me encuentre en este sitio.–

Mintió.

-¿Me debes estar tomando el pelo no?-

-Yo nunca bromeo con esto.-

-¡Como puedes decir esto si ni siquiera sabes lo que pienso de ti! Y tampoco sabes como me siento en estos instantes.-

Me quede casi sin fuerzas para seguir hablando.

-¿Y que piensas de mi?-

-¡Se acabo la conversación!–

Gritó desde fuera Orochimaru.

Arrancó el árbol solo alzando los brazos dejándonos completamente al descubierto.

¿Cómo salvar a Naruto?, no servía para nada, era débil, me sentía débil.

-Se ha acabado el jueguecito pequeño zorrito.

-¡Basta!–

Grité quedando abrazado a Naruto. Era lo único que se me ocurría, si quería el cuerpo de Naruto, tendría que destruir el mío.

-Sasuke apártate ya.–

Me ordenó Orochimaru.

–Me sabría muy mal tener que destrozar tu delicioso cuerpo.-

-Hazle caso.–

También ordenó Naruto.

-No.–

Me supo mal, me supo muy mal decepcionar a Naruto, quería que supiera que él era igual a mí o más especial.

-Estoy esperando.-

-Púdrete.-

-Me pienso follar tu puto cuerpo muerto después de haber succionado el Kyuubi del que estas protegiendo.–

Después de eso empezó a arrollarme patadas.-

Con un chasquido podría hacer que tu corazón se parara y quitarte la vida sin dolor pero prefiero hacerlo a la antigua usanza.

-Sasuke, apártate.-

-No…Ah…-

Tuve que cerrar los ojos.

-Nunca había hecho una cosa… así por otra persona, ¿sabes? Espero que con esto… que así te quede claro…ahh…que creo que tú eres una persona especial, no un monstruo…-

Podía notar como de mi espalda bajaba la sangre.

-Owww, el moreno se acaba de declarar. Acabas de pecar otra vez, no te has dado cuenta de que Naruto es un chico, creo que tendrás que pasarte otra vez por el confesionario.-

Naruto se había quedado estático, con la mirada baja. De repente un calor empezó a emanar del cuerpo del rubio y una fuerza nos empujó unos metros hacia atrás a mí y a Orochimaru dejándonos tirados en el suelo.

Naruto mostraba una cara mucho más animal: ojos color carmesí con pupilas gatunas y unos colmillos realmente afilados, sin dejar de lado esa aura rojiza la cual dibujaba una silueta de zorro.

- El Kyuubi ha salido.–

Grito excitado Orochimaru levantándose al instante, casi babeaba.

-No, no soy el Kyuubi sino Naruto Uzumaki.-

-Es imposible, representa que el Kyuubi no puede aparecer por las noches de luna llena. Pero que más da, pienso extraértelo aunque sea a la fuerza.

Orochimaru salió corriendo como si de un puma se tratase hacia Naruto, mientras corría susurraba no sé que cosas pero Naruto le lanzó una llamarada de energía tirándolo otra vez al suelo, se levanto ileso.

-Como no te esfuerces un poco más no conseguirás ni rasguñarme.-

-Orochimaru de aquí no saldrás vivo, solo tú decides si quieres una muerte rápida o prefieres sufrir tanto o más como lo has hecho con tus víctimas.–

Medio gruño.

Aun estaba tirado en el suelo, me había quedado pasmado ante tanto poder y yo no podía hacer nada, siempre sería débil, solo me quedaba observar.

-¡Prepárate!-

Empezó a correr en dirección a Orochimaru, realmente no parecía el mismo Naruto que yo empezaba a conocer.

En sus manos empezó a formar una gran bola de energía que cuando estuvo a unos centímetros del cuerpo de Orochimaru encastó en su vientre haciendo que este se contrajera y cayera al suelo inconsciente, o ¿muerto?

Se paró y lo miró, la ropa de su estómago había desaparecido dejando solo rastro de su sangre que aun salía de aquella zona, no se movía, un poco menos rabioso su aura disminuyó.

Naruto aun inseguro se acercó a su cara para ver si aun respiraba, mala acción ya que en el momento, el que parecía muerto, abrió los ojos y con su fría y sangrienta mano lo cogió por el cuello haciéndole abrir la boca.

-Jajaja, este truco siempre funciona.–

Decía mientras se le acercaba a los labios. De la boca del rubio empezó a aparecer un remolino rojo que se dirigió directamente a la boca de la serpiente conectándolos de esa manera. ¡Le estaba succionando el Kyuubi!

Como con un acto reflejo rápidamente visualicé un tronco roto del árbol en el cual nos habíamos escondido antes, su forma era la de una estaca, la cogí y corriendo con todas mis fuerzas la clave en la espalda de Orochimaru atravesándole el corazón.

Muere en mi nombre.

Cayo quedando boca abajo, esta vez verdaderamente muerto. Mi respiración estaba agitada a causa de lo que había hecho y Naruto solo hizo una cosa, abrazarme.

-Gracias otra vez Sasuke.-

Continuará.




No hay comentarios:

Publicar un comentario