lunes, 2 de mayo de 2011

Amor artificial [Cap. 6]

Los persoajes de este fan fic pertenecen a Tsugumi Ōba y Takeshi Obata.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Death Note
Pareja: MelloxNate
Generos: Romance, ciencia ficcion, horror y drama
Advertencia: Muerte de un personaje
No recomendado para menores de 13 años.
Escrito en 07/06/09
Finalidazo: Si

Capítulo 6: Primer intento...fallido.

Narra Ryuzaki:

El amor es un sentimiento que sé que nunca podré experimentar en su plenitud y por eso ayudaré a que dos personas puedan disfrutar de él aunque me cueste toda la vida, total, no pierdo nada.

Voy a terminar con el miedo inconsciente que se tienen entre ellos.

Primero de todo, una cuestión: ¿Michael puede responder a Nate?
Por sus reacciones y por lo que me ha contado el peliblanco hay un 90% de posibilidades de que mi pregunta sea afirmativa.


Otra mañana más, el olor a pastas recién hechas me desvelaba de mi sueño. Rápidamente me vestí con mi jersey blanco y mis jeans gastados de color azul.

En el comedor solo estaban Watari, ya con su primera taza de té en la mano y la señora Wammy acabando de preparar el desayuno para todos.

-¿Quieres que vaya a despertar a los chicos?
-No, pronto se despertaran, en Wammy’s estaban acostumbrados a levantarse a las 7 y aquí continuaran haciéndolo. -Tomo un sorbo de té.

Y efectivamente al cabo de 10 minutos bajo Nate, como siempre parecía adormilado pero hoy se notaba aun más lento ¿acaso no había podido dormir?

Saludó tímidamente y se sentó en donde había comido y cenado el día pasado.

-Esperemos a Michael, no tardará en bajar.

Pero yo ya empecé a tomar del plato mis pastas favoritas para no quedarme sin ellas, las de limón y chocolate eran las mejores.

Una especie de temblor se inició en la casa, era Michael bajando las escaleras a toda pastilla.
Su cara mostraba una falta de sueño al igual a la de su hermano. Con mucha más brusquedad también se sentó en la silla sin decir nada.

-Bueno, buenos días Michael. –Le saludó Watari a causa de su falta de educación.
-“Buenos días”.

Empezamos a desayunar, yo como en cada desayuno terminaba el último. Nunca dejaba ninguna pasta sobrante para la merienda.
La pareja ya habían subido a sus correspondientes habitaciones.

-Ryuzaki, ¿has terminado ya?
-Sí.-Diles que bajen a la biblioteca por favor.
-De acuerdo.

Empecé con la primera habitación, es decir, la de Nate. Cuando entré me sorprendí. Michael estaba con él y relativamente cerca del más pequeño y su mirada era realmente extraña, desprendía locura.

-Perdón si he interrumpido pero Watari os llama. Seguidme, os mostraré donde está la biblioteca.

Me gustaba la biblioteca, desprendía un aroma a papel y madera de pino muy peculiar, allí pasaba mucha parte del día. Estaba situada en el tercer piso, bueno casi era toda la planta ya que era inmensamente grande. Había dos mesas, la de Watari y la mía y por lo que veía la de los tres ya que había puesto dos sillas más.

Yo tengo 2 años más que ellos, para ser concretos 18, y en todo el tiempo que he vivido con la familia Wammy no he tenido ningún profesor particular, los únicos maestros que he tenido básicamente han sido los libros sin contar algún que otro consejo de Watari e igual que yo tenían que hacer mis hermanastros, estudiar a partir de los libros que disponía nuestra gran biblioteca, podían escoger los temas que quisieran.

Ya casi era la hora de comer y aun nadie tenía intención de levantarse de la mesa, estábamos sentados en este orden yo, Michael y Nate.

Me fijé mucho en el rubio y pude observar que casi en todo el tiempo hizo ver que leía, para ser concretos un libro sobre el ecosistema y en realidad miraba a Nate por cada movimiento que hacía éste. Su mirada vergonzosa y a la vez ¿tierna?

-¡Chicos bajad a comer, ya esta todo servido! –Nos llamó desde el primer piso la señora Wammy.

Esa era mi oportunidad para dejar de observar y entrar en la acción. Mientras los dos se levantaban con un movimiento simulado de torpeza, al levantarme me tiré encima de Michael empujándolo hacia Nate para que éste pudiera empezar a asimilar que no pasaba nada si le tocara pero fallé, Nate se dió cuenta y se apartó rápidamente, su mirada hacia mi fue verdadera mente escalofriante, era una mezcla de terror con rabia, estoy seguro que si ellos dos tuvieran voz habrían derramado un gran grito.

Michael igualmente había caído al suelo y al levantarse se me acercó amenazante.

-“¿Pero tú qué crees que estás haciendo?” –El sudor le resbalaba de las sienes mejilla abajo.

Me golpeó y se me tiró encima y cuando estaba a punto de darme el segundo golpe paró a unos centímetros de mi cara.

Michael se giró, miró a Nate y luego se fue.

El peliblanco se acercó a mí.

-“No vuelvas a hacer eso nunca mas.”
-¿Pero por qué? –Repliqué al mismo tiempo que me levantaba y me acariciaba la mejilla.
-“Hace unos segundos hubiera podido pasar un gravísimo accidente a causa de tu empujón.”
-No entiendo porque.
-“Te lo conté ayer.”
-Mira creo que tu y tu amiguito tenéis un grave caso de una rara fobia.
-“Pregúntale a Watari, él te dirá lo mismo que yo.” –Dijo cansado.
-No pienso molestarlo por una tontería así.
-“De acuerdo, pero solo te pido que no vuelvas a hacer una cosa así. Deja tu estúpido plan, Mello y yo nunca podremos estar cerca él uno del otro.”

Se fue.

Me había dejado un poco frío. Triste. No, vas bien decepcionado, odiaba a la gente que se rendía tan fácilmente.
No tenía ninguna intención de parar, haría desaparecer ese miedo que estaba dentro de ellos aunque tuviera que utilizar la fuerza bruta.

Narra Near:

Al igual que Mello no bajé a comer. Me sentía como en estado de shock. ¿Qué habría pasado si no llego a reaccionar? Otra vez no, no lo podría aguantar, mi estabilidad se iría a pique y no sé que sería capaz de hacer.

Mello no paraba de preguntarme cosas sobre Ryuzaki, no entendía su empeño en conocerlo más y estaba empezando a sentir miedo por el pelinegro. Ya lo había pegado y su impulsividad le podría llevar a hacer algo peor.

Realmente no cambiaba nada estar en una familia, no si éramos nosotros.

Alguien llamó a la puerta. Me levanté del suelo y fui a abrir. Era Mello.

-Muy amable de llamar por tu parte.
-Bueno… yo quería pedirte perdón, tendría que haber estado más atento.

En verdad lo siento mucho.Su mirada azul estaba clavada en el suelo. Y mi boca otra vez cerrada. ¿Por qué nunca me salían las palabras cuando se trataba de él?

Me fui a sentar, Mello siguió en donde lo dejé.

-Dime algo.

Desvié más la mirada.

-¡No me dejes sin tu voz también!- Dijo con rabia golpeando la pared.

Me asuste y estoy seguro de que él lo notó.

-Perdona –Dijo tomando aire. –Mejor me voy.

Cerró la puerta cortando toda la luz que entraba en la habitación ya que tenía las cortinas tiradas y otra vez la oscuridad de la habitación me rodeó.

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