viernes, 29 de abril de 2011

Nuevas votaciones.

¡Las votaciones han regresado!

Hace ya unas semanas me inspire para una nueva historia de terror y para hacerla más de este blog he pen sando que me podriais ayudar a escojer un poco el aspecto físico de los personajes. Al lado tenies las encuentas para escojer un poco. Duran una semana o asi. Espero que dejeis vuestro voto.

Aun no dare la sinopsis pero si los generos y si hay alguna adivertencia.

Generos: Terror, fantasía y romance.
Advertencias: Ratos de angustia.


Gracias por todo.

Ciaoo

miércoles, 27 de abril de 2011

Amor Artificial [Cap. 5]

Los persoajes de este fan fic pertenecen a Tsugumi Ōba y Takeshi Obata.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Death Note
Pareja: MelloxNate
Generos: Romance, ciencia ficcion, horror y drama
Advertencia: Muerte de un personaje
No recomendado para menores de 13 años.
Escrito en 07/06/09
Finalidazo: Si

Capitulo 5. La charla.

A medida que nos íbamos acercando las ojeras del chico se iban acentuando al igual que su figura mostrándonos que era verdaderamente flaco.

-Me llamo Ryuzaki, espero que nos llevemos bien. -Dijo haciendo una reverencia, parecía un chico muy amable y educado.

Saludé.

-Ryuzaki también conoce bien el lenguaje de las señas. -Añadió Watari.- Porque también lo adopte de Wammy’s. No nos quedemos aquí, entremos.

Entramos a esa casa que desprendía un calor familiar demasiado dulce para mi gusto. La entrada estaba decorada muy finamente con algunas figuras y en la tostada pared con la ayuda de un clavo, este decorativo había colgado un gran espejo con unos ganchos al lado para colgar la ropa y los sombreros. Watari colgó el suyo y su gabardina negra.

Olía muy bien, a carne asada.

-La comida esta servida, así que vamos a la mesa.

El comedor estaba en esa misma planta, también con las paredes pintadas con u color turrón y en medio de la sala una gran mesa con cinco sillas y un montón de platos y comida encima.

De otra habitación, supongo que la cocina, salió una mujer que llevaba una plata con más comida.

-Vaya, que guapos que son.-Exclamo con gran alegría. – Encantada, si quieres podéis llamarme mama o como me llama Ryuzaki señora Wammy.

Asentimos y nos sentamos para comer. La verdad era que no tenía ningún apetito y al igual que Near casi no toque el plato de carne asada que nos puso la señora.
Nos esperamos a que todos terminaran.

-¿Les puedo enseñar las habitaciones yo?- Dijo Ryuzaki cuando los mayores ya habían terminado de comer.
-Claro. –Acepto Watari.
-Seguidme.

Subimos al segundo piso, no había muchas escaleras pero estas eran un poco altas, me parecía un pasillo tan pequeño a comparación con el orfanato.
Nuestra habitación era la tercera.

-Estas dos puestas son vuestras habitaciones, escoged cual será la de cada uno.

¿Separados? Nunca habíamos dormido en una habitación que no fuera la misma.

-“¿Y no podemos dormir en una misma los dos?” –Intente arreglarlo enseguida.
-No lo se… tendrías que preguntárselo a Watari.

Baje como un rayo por esas grandes escaleras sin antes haber podido acostumbrarme a ellas dejando a Ryuzaki con la palabra en la boca.

Watari estaba hablando con la señora Wammy en el salón tomando un te. Me plante delante de ellos sin saber como empezar a protestar.
Al cabo de unos segundos pararon de hablar y me miraron esperando que les dijera el porque estaba allí.

Me quede paralizado.

-¿Querías algo?- Rompió el hielo Watari.

-“Pues, quería preguntarte si Nate y yo podríamos dormir en la misma habitación.”
-Michael, creo que seria bueno para los dos que durmierais en habitaciones separadas. -Dijo suavemente.

Me apaciguo y convenció de que no lo haría hacer cambiar de opinión y como un a un niño que le han reñido me fui sin rechistar.

En vez de cómo un rayo, subí las escaleras como una tortuga, completamente desanimado.

Ya no había nadie en el pasillo, mire dentro de las habitaciones, en la primera estaba Near sentado al lado de Ryuzaki, parecía que estaban hablando, ¿eso era una sonrisa?

Un sentimiento nuevo se desato dentro de mí, los celos.

-¡Ah!- Soltó como si se hubiera sorprendido.- Michael ya volviste, ¿que te dijo Watari?
-“No podemos dormir en la misma habitación.”
-Nate, has acertado, has hecho bien en escoger la habitación mientras tanto, así has podido coger la mas grande, te irá bien para poder montar tus puzles, tengo un montón, ya te los dejare. –Le dijo muy animadamente.

Le había llamado Nate, ¿A caso no le importaba que él le dijera por su nuevo nombre?
¿Por qué habían congeniado tan pronto? Solo habían pasado unos minutos.
Parecía que allí sobraba así que me fui, no podía aguantar mas viendo esa escena, entre en la que seria mi habitación, mi solitaria habitación.
Como había dicho Ryuzaki esta habitación era mas pequeña, también tenia las paredes pintadas de blanco y el suelo con placas marrón claro. En la habitación solo había un armario para la ropa, un escritorio, una cama y una mesita de noche con una luz encima, suficiente para mi.

Me tire en la cama y a pesar de que estaba enfadado a medida que iba pasando el rato mis ojos se iban cerrando, mi ultimo pensamiento antes de dormirme fue Near.

Narra Near:
Estaba en mi nueva habitación sentado en el suelo, nunca me habían gustado las sillas, y sentado en una silla, de manera muy peculiar, mi nuevo acompañante y conversador Ryusaki me estaba hablando de un tema que me pareció muy interesante, nunca pensé que había gente que tuviera tantas cosas en común conmigo, con el me sentía muy cómodo, al contrario de cuando estoy con Mello que me siento tenso e incomodo.

Ryuzaki era un chico que realmente era inteligente.

A medida que íbamos hablando me conto que Watari lo adopto porque tampoco podía estarse en un orfanato ya que él necesita unos cuidados especiales a causa de su frágil salud.

-Ahora que nos tenemos un poco mas de confianza y te he contado mi situación me gustaría que me contestaras una pregunta.
-“Adelante.”
-Watari me dijo que tú y Michael no os podéis tocar. ¿Y eso por que?

Watari le había contado todo sobre nosotros.

-Por que si yo te toco el hombro, no pasa nada. ¿Por qué si esto sucediera con Mello si? –Volvió a peguntar al ver que yo no le había contestado.

Si íbamos a ser una “familia” seria correcto que lo supieran todo de nosotros pero si Watari no había dicho nada, por algo debía ser.
Pero me iba a arriesgar.

-“Porque somos biohumanoides con un mecanismo de destrucción que se activa cuando nos tocamos y este hace que las personas de nuestro alrededor mueran”. (Reamente parecía sacado de una película de acción)

Se puso a reír como un poseso.

-No me pensaba que tuvieras tal sentido del humor Nate.
-“No te he hecho ninguna broma Ryuzaki.”
-He estudiado mucho sobre la robótica porque me parece muy interesante y se del cierto que los biohumanoides no existen y menos con esta clase de poderes.

No era persona de discutir así que deje correr el asunto y no dije nada mas sobre eso, pero al cabo de un rato volvió a preguntar.

No le conteste.

-Ya veo que no me vas a contestar esta pregunta.
-Me compadezco de ti, si es verdad que no os podéis tocar… estar con él durante toda tu vida a de haber sido un infierno.
-“No. El siempre ha estado conmigo a pesar de mi frialdad y eso se lo agradezco.”
-Mas bien él te lo tendría que agradecer a ti, parece un chico muy poco estable.
-“A mi me gusta su vitalidad aunque a veces sea un poco gritón. Y mas siendo como somos, me gusta que siempre tenga tanta fuerza y ganas de hacer cosas.”
-Sabes, que suenas como una chica enamorada. –Dijo con una media sonrisa.
Pude notar como los colores me subían a la cara dejándomela teñida de tonos rosados y rojizos.

-Creo que tu reacción te acaba de delatar. –Acabo de formar su sonrisa.
-“Bueno… él y yo siempre hemos tenido una conexión especial ya que yo sin el me podría morir.”
-¿Qué exagerado no?

No sabia que lo había dicho literalmente.

-“No, no lo es.”-Para mi si. Yo nunca he sentido este sentimiento de esta manera. –Su sonrisa desapareció al decir eso.

No supe que contestar.
No sabia que decir en estos casos.

Y de repente cortándonos la conversación, ya que los dos nos quedamos un poco aturdidos hacia ese aroma, un suave y delicioso olor a chocolate inundo la habitación.

-Os traigo la merienda.

La señora Wammy traía una tarta entera de chocolate en una bandeja y al lado tres tazas de te.

Ryuzaki se relamió los labios y en menos que canta un gallo ya se había tragado un gran trozo de ese bizcocho.

-Pruébala-Dijo con la boca llena- Es realmente deliciosa.
-“No gracias, no suelo merendar.”

Deje a Ryuzaki comer tranquilo y yo me dispuse a empezar un puzle.

-Hare que tu y Michael podáis abrazaros. –Dijo como si nada él goloso chico.

Definitivamente a Ryuzaki le había subido el azúcar a la cabeza.

martes, 26 de abril de 2011

Amor Artificial [Cap. 4

Los persoajes de este fan fic pertenecen a Tsugumi Ōba y Takeshi Obata.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Death Note
Pareja: MelloxNate
Generos: Romance, ciencia ficcion, horror y drama
Advertencia: Muerte de un personaje
No recomendado para menores de 13 años.
Escrito en 07/06/09
Finalidazo: Si

Capitulo 4: Michael & Nate

El sol me despertó, la cama de la habitación donde Watari nos llevo estaba colocada de una manera diferente y esta hacia que el sol de la mañana llegase a mi cara. Mire a mi lado, Near aun seguía durmiendo o eso parecía.

Quería preguntarle como se encontraba pero tenia miedo, no me atrevía a hablarle, en estos momentos no podía soportar otra respuesta gélida por parte de él.

Me levante y caminando de puntillas me dirigí hacia la cama donde dormía el peliblanco y la fui volteando hasta poder ver su cara, definitivamente aun estaba durmiendo, su cara era como la de un hermoso ángel, para nada parecía que en la noche anterior hubiésemos pasado todos esos acontecimientos tan desagradables y duros, trasmitía verdadera serenidad.

Near ojalá te pudiera abrazar en este instante. Ojalá te pudiera trasmitir el calor que perdiste al quedar tirado en el suelo encima de esa sangre ya tan fría.

Me puse de cuquillas para poder observarlo mejor y me di cuneta que aun en su cuello tenia un poco de sangre, la rabia por enésima vez se hizo presente en mí y para poder descargarla tuve que dar un golpe con el puño al suelo haciendo un ruido seco y despertando bruscamente a Near.

Se aparto un poco de mi. ¿Se asusto por el golpe o por verme tan cerca?

-Near, ¿Me tienes miedo?

Creo que en ese instante mis ojos no podían trasmitir toda la tristeza que sentía en mi interior al ver la reacción de Near al estar a escasos centímetros de él.
No contesto.

-Por favor… contéstame.-Mi voz sonaba suplicante.

Siguió sin decirme nada. El silencio me volvía loco.

Cortándonos la “conversación” alguien entro en la habitación, se trataba de Watari.

-Por suerte ya os habéis despertado, venid acompañarme. –Dijo sin su cuotidiano "buenos días".

Me puse nervioso pero Near como si nada salto de la cama y como un perrito sin temor alguno siguió a Watari pero yo me veía mas como un condenado siguiendo al policía hacia su ultimo lugar, la silla eléctrica.

¿Qué nos iba a pasar a partir de ahora? Me esperaba lo peor. Definitivamente no podíamos quedarnos allí, aunque eso hubiera sido un accidente.

Nuestro despertador nos llevo hasta su despacho, ese lugar donde nos dijo que fuéramos si tuviéramos algún problema, el pasillo del primer piso me parecía extremadamente largo, Near caminaba mirando el suelo, algo no usual en él. ¿Sentía miedo también?

Watari con una mano giro el pomo, también dorado, muy lentamente y luego empujo la pesada puerta de madera entrando él primero y luego aguantando la puerta para que nosotros también pudiéramos pasar.

-Podéis sentaros. –Nos dijo señalándonos las dos mini butacas de cuero.

Su despacho era relativamente grande. Todas las paredes estaban forradas de estanterías con miles de libros de todos los grosores. En medio había su escritorio de madera barnizada extremadamente ordenado con solo dos hojas encima de la mesa y delante de este las dos butacas mencionadas.

Watari también se sentó en su butaca a juego con la nuestra, la suya mas grande y con ruedas.

No me atrevía a mirar a Watari a la cara, la culpabilidad que sentía era realmente enorme.

Tardo unos minutos en empezar a hablar, supongo que quería buscar bien las palabras.

-Primero de todo chicos, ¿Cómo os encontráis?

No contestamos. Era más que obvio.

-Bueno, se que os sentiréis culpables por el suceso de ayer pero os tengo que decir aunque no me creáis s que vosotros no tenéis la culpa de nada en absoluto. –Dijo poniendo énfasis a sus ultimas palabras.
-Y que ni yo ni ningún miembro del orfanato, ya que nadie sabe que lo que paso fue causado por vosotros, no os damos la culpa ni están enfadados.

Por cada palabra que pronunciaba Watari mi garganta se empequeñecía más era como si las palabras formaran un tapón haciendo que la tristeza, la culpa y todos esos sentimientos aumentaran y subieran a flote junto con esa agua salada.

-Pero eso no quiere decir que os podáis quedar aquí. –Dijo con desgano.

Nos iba a echar. Si hasta para eso tenia que ser educado.

-Por eso os tengo que decir que hoy mismo dejareis Wammy’s house… –Me levante, mis lagrimas ya estaban saltando.

-“¡Los siento!” formule.

-Mello, eres demasiado impulsivo y no me gusta que me interrumpan mientras hablo y mas en estas circunstancias.

Me senté secándome las lágrimas con la manga de la camisa que levaba.

-Dejareis Wammy’s house para veniros a mi casa porque os he adoptado.

Mis ojos salieron de sus orbitas. ¿Adoptados? Por un momento creí que el significado que conocía de la palabra adoptar era erróneo.
No lo entendía.

Watari nos miro tristemente.

-Mello, Near yo nunca podría dejar a unos chicos en la calle fuera la condición que fuera, además os quiero creo que sois unos chicos realmente especiales y que solo por echo de haber intentado solucionar vuestras vidas ya os merecéis una familia y alguien que os quiera.

Os quiero, que bien sonaba esa palabra, era la primera vez que la oía pronunciada por otra persona. Me sentí un poco abrumado.

Watari nos acerco los papeles que tenia en la mesa.

-Los nombres que tenéis no se pueden considerar en si nombres sino más bien apodos así que espero que os gusten los nuevos.

Michael, esa era mi nuevo nombre, aun no sabia si me gustaba. Puede leer el nuevo nombre de Near, se iba a llamar Nate, era bonito, a él le quedaba bien, cualquier cosa le quedaba bien.

El que seria nuestro padre se levanto y nos abrazo uno a uno.

-Esta tarde nos marcharemos. Dijo, esta vez muy feliz.

Sabía que Watari intentaba animarnos pero que nos cambiara el nombre no quería decir que nosotros olvidáramos toda la vida que teníamos atrás y aunque esta fuera realmente cruel tampoco la quería olvidar ya que eso era lo único que tenia, mis recuerdos.

Después de hablar con Watari nos dijo que hasta entonces podíamos ir a la habitación o a la sala de recreos. Near se fui a la habitación, yo tenia ganas de salir pero opte para estar con él, teníamos que hablar. Muy lentamente subíamos las escaleras, yo ya hubiera entrado en la habitación pero la parsimonia de Near, otra vez dije su apodo, hacia que mis pasos fueran el doble de lentos. Él abrió la puerta déjame pasar y luego la cerró para entonces sentarse en el suelo, siempre en la misma posición y en el mismo lugar. Yo me senté en el borde de la cama más próximo a él.

-Nate yo...
-No estoy enfadado. –Empezó a hablar cortándome.
-Agradecería que me siguieras llamando Near.

Al parecer a él tampoco le había acabado de gustar que le cambiaran el nombre. Por una parte me sentí mejor al saber que Near no me guardaba rencor por lo que pasó pero algo aun no iba bien.

Al igual que Watari intente buscar las palabras adecuadas para hablar con él pero en ese momento nada me parecía lo suficientemente bueno para que me lo contestara y ya no supe que mas decir, me quede mirándolo hasta que Watari nos vino a buscar.

Delante de la puerta de Wammy’s house se encontraba un coche negro muy elegante y dentro de él un hombre que seria el conductor. Nos sentamos en la parte trasera del coche y delante, al lado del conductor se situó Watari.

-Va a ser un viaje de una media hora o un poco más depende del tráfico. –Nos comento Watari antes de que el coche arrancara.

Me situé muy cerca de la ventanilla del lado derecho y Near se puso a la del lado izquierdo, nos pusimos lo mas separados que pudimos uno del otro.

Mirar por la ventanilla me dejaba embobado, pasábamos tan rápido los otros chicos, los arboles, las casas, la gente, era como si todo lo que dejáramos atrás dejara de existir.
Nos entramos dentro de un pequeño bosque lleno de grandes abetos y algunos matorrales también del mismo color pero estos con algunos frutos rojos y de un verde mas oscuro, el cual al cabo de unos 200 metros había una gran casa cubierta de hiedra.

El coche paro y bajamos.

-Esta será vuestra nueva casa. –Dijo orgulloso nuestro “padre”.
-No os he comentado otra cosa y es que tenéis otro hermano.

Y al decir eso un chico de pelo negro y piel muy blanca empezó a abrir la puerta de la gran casa.

-Bienvenidos. –Nos dijo con una sonrisa ese chico de ojos negros, iguales a los de Near.

sábado, 23 de abril de 2011

Reacciones.

Esta es una entrada de novedades del blog. No me gustaba que las encuestas ocuparan tanto espacio asi que lo he cambiado y ahora bajo cada entrada hay cuatro opciones para decir que te ha parecido la historia o fic. No hay tantas opciones pero para mi son suficientes y me dan la informacion que me interesa.

No dejare de lado todas las votaciones que se han hecho hasta ahora ya que las copiare en este post y asi se quedaran guardadas.

Ying + Yang= ¡Chaos!

Excitante 4 (80%)
Interesante 1 (20%)
Bueno 0 (0%)
Normal 0 (0%)
Regular 0 (0%)
Malo 0 (0%)
Aburrido 0 (0%)

Mi vida
Excitante 3 (30%)
Interesante 2 (20%)
Bueno 0 (0%)
Normal 1 (10%)
Regular 0 (0%)
Malo 1 (10%)
Aburrido 3 (30%)

Deseando tu reflejo

Excitante 2 (100%)
Interesante 0 (0%)
Bueno 0 (0%)
Normal 0 (0%)
Regular 0 (0%)
Malo 0 (0%)
Aburrido 0 (0%)

Sin autocontrol
Excitante 1 (25%)
Interesante 2 (50%)
Bueno 0 (0%)
Normal 1 (25%)
Regular 0 (0%)
Malo 0 (0%)
Aburrido 0 (0%)

Saliendo con una fujoshi
Excitante 1 (20%)
Interesante 1 (20%)
Bueno 0 (0%)
Normal 2 (40%)
Regular 1 (20%)
Malo 0 (0%)
Aburrido 0 (0%)

Solo por un abrazo

Excitante 2 (40%)
Interesante 1 (20%)
Bueno 0 (0%)
Regular 1 (20%)
Malo 1 (20%)
Aburrido 0 (0%)

Lazos azules

Excitante 2 (66%)
Interesante 0 (0%)
Bueno 0 (0%)
Normal 0 (0%)
Regular 1 (33%)
Malo 0 (0%)
Aburrido 0 (0%)


Ultimo día de las votaciones: 23/04/11

Solo me queda decir que muchas gracias a toda la gente que hizo el esfuerzo de votas.

Gracias ^^

miércoles, 20 de abril de 2011

Amor Artificial. [Cap. 3]

Los persoajes de este fan fic pertenecen a Tsugumi Ōba y Takeshi Obata.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Death Note
Pareja: MelloxNate
Generos: Romance, ciencia ficcion, horror y drama
Advertencia: Muerte de un personaje
No recomendado para menores de 13 años.
Escrito en 07/06/09
Finalidazo: Si

Capítulo 3: El accidente.

Mello siempre era el causante de todos los problemas en Wammy’s house, que hubiera una clase especial donde todo el mundo pudiera aprender el lenguaje de signos le había ido anillo al dedo porque así que podía juntarse con quien quisiera sin problema alguno de no poder comunicarse.

Al cabo del tiempo descubrimos que no teníamos porque estar siempre uno al lado del otro para poder estar bien, simplemente estar en un mismo edificio bastaba aunque cuanto más cerca el uno del otro estábamos mas bien nos sentíamos.

He aprendido que estar en una escuela es como estar en un campo de guerras, si tienes una cualidad la tienes que aprovechar y utilizar para no morir en el primer asalto.

Al lado de las clases hay una sala que comunica con el patio donde muchos de los chicos y chicas a los que no les gustan los deportes van cuando han terminado sus clases asignadas, esta es muy espaciosa las paredes son blancas y gracias a las grandes ventanas que tiene pasa mucha luz natural, yo siempre voy allí con mi nuevo entretenimiento, los puzles, me ayudan en no pensar y no estar pendiente de Mello.

Hice unos amigos nuevos Allan y Max, sus cualidades mas destacadas son sus grandes habilidades para cualquier deporte, son inseparables y muy parecidos de carácter y aspecto, casi que parecen clones, pelo negro, corto, ojos pequeños de color gris, una piel muy pálida y complexión robusta, a ellos dos les gusta jugar conmigo, sus juegos favoritos son insultarme, romperme mis construcciones y esconderme mis juguetes favoritos.
A pesar de ser un orfanato para mentes muy despiertas, las suyas solo dan para hacer ejercicio.

Esta mañana antes de ir a clase Watari me ha llamado para darme una cosa, un puzle de 5.000 piezas ya que ya había hecho todos los que rondaban por Wammy’s house, decidí empezar hacerlo después de cenar.

La sala estaba vacía, era cuando mas me gustaba estar en ella, llevaba la caja debajo del brazo, me senté en el lugar de siempre y empecé a sacar y mirar las piezas.
Ya tenía hecho todo el borde del puzle cuando unas voces muy conocidas se dirigían a la sala.

-¡Buenas noches Near! – Gritó Allan.

Rápidamente se acercaron.

-Veo que estas muy ocupado. –Continuo Max.

Seguí con mi puzle.

-¿Sabes que es de muy mala educación no contestar?
-…
-Vaya, vaya, aquí tenemos a un mal educado, y los niños mal educados no juegan a puzles

.Así que Allan de una patada deshizo todo el trabajo que había hecho hasta ahora.

-Uf, odio tener que recoger las piezas de los puzles, así que bueno… te dejamos. Adiós.

Se fueron riendo.

-¡Joder! ¡Ten cuidado Mello!- Grito Allan a causa de un golpe que le había dado “sin querer” Mello al pasar, se me acercaba.

-Lo que visto todo.

No contesté. ¿Qué podía decir?

-Near, ¿Estas bien? –Dijo agachándose y poniéndose a mi altura.
-Si.-Pero…
-Tranquilo,-le corte- esos dos no me alteran para nada. –Dije tranquilamente, en verdad me daban igual.
-Pero a mi no. No soporto que nadie te diga ni haga nada que te pueda hacer daño, ¡no lo puedo soportar!


Al decir eso iba a ponerme las manos en los brazos.
Me tire atrás quedado tirado bocarriba en el suelo de mármol negro. Creo que me ruborice. Entonces Mello se levanto y se fue. Y repentinamente sentí tristeza.

Narra Mello

Mis emociones, mis sentimientos son mas fuertes que yo, no se si podre aguantar mucho tiempo mas sin poder estar, proteger, cualquier cosa con Near, solo por él.

Y de repente me vinieron a la mente esos dos cretinos y la rabia me envolvió haciéndome mover hacia donde estaban ellos, esa misma noche.

Los encontré en el patio, estaban situados debajo de la luz que se encendía siempre cuando tocaban las 10 de la noche, hacían unos pases practicando el toque lateral con una pelota vieja de futbol.
Iba a ayudar a Near, puede que no directamente pero lo tenia que hacer.

No les deje tiempo para gesticular palabra alguna que mis manos ya estaban en marcha.

-“Iré sin rodeos, si volvéis a molestar o herir a Near os juro que lo lamentareis el resto de vuestras pésimas vidas.”

Lo dije muy enserio, creo que nunca puse una creo tan serie pero creo que ellos no se lo tomaron de esa manera.

-¿Terminaste? –Dijo Allan.
-Sabemos que Near y tú vinisteis juntos pero no creía que te importaba tanto. -Dijo otra vez Allan.
-Sera que le gusta. –Rio Max.
-Si, tienes bastante pinta de marica con este peinado.

Rieron los dos.

Otra vez mis emociones llegaron al limite y me tire encima de ellos dos pero solo llegue a darle un pañetado a Allan ya que en ese momento no tuve en cuneta que ellos dos eran cinturón negro en judo y me derribaron a la primera que pudieron para luego darme una paliza.

-Espero que hayas tenido suficiente con esto pedazo de marica y que sepas que haremos lo que nos de la gana.

Se fueron.

Cuando me levante Near ya se había ido. ¿Había llegado a ver lo sucedido?
Mi cuerpo estaba lleno de moratones pero estos casi no me dolían y de mi labio inferior salía sangre que limpie al llegar a la habitación.

Parecía que Near ya dormía.

A la mañana siguiente algo me impulsaba a quedarme en la cama, podía ser la paliza del día anterior, mi aumentado insomnio o… que mas daba, me levante dificultosamente y como siempre Near ya se había ido. Había dejado su cama hecha a pesar de saber que unas asistentas se cuidaban de limpiar y dejar ordenada la habitación cuando nosotros estamos en clase.

Me acerque a su cama y me recosté en ella, aun olía a él, una sensación de extraña melancolía se apodero de mi, si hubiera estado unos segundos mas en esa cama me hubiera quedado dormido pero me levante y baje al piso de abajo para poder asistir a las clases.Mi vida en el orfanato se había convertido en una rutina: levantarse, ir a las clases y luego dar vueltas por el orfanato, no menciono las comidas porque realmente no hacia los horarios de desayunar, comer, cenar etc.… solo comía cuando me sentía muy débil. Mi lugar favorito después de clase era el patio al atardecer, ver como el sol se perdía dentaras de los edificios y el cielo se teñía en esas tonalidades anaranjadas, rojitas y amarillas me proporcionaba una rara tranquilidad y relajación, después de hacer lo mencionado pase por la sala de recreos donde extrañamente Near hoy no estaba así que aburrido y cansado por todo fui a la habitación 6 A.

Antes de entrar me pare, ¿se escuchaban risas? Lentamente abrí la puerta y esta reveladora me mostro a los dos hijos de puta de Allan y Max los cuales tenían a Near semidesnudo, es decir, sin su camisa ni chaqueta del uniforme tirado en la cama y atado de manos y pies con unos cordones de zapatos.

Los ojos de Near demostraban un terrible terror del cual no podía zafarse.

-¡Mello, quieto por favor! – Rogo Near en un tono que nunca había oído.
-No me pidas eso…
-¿Qué, te gusta tu regalo Mello? Lo hemos preparado para ti.–
Decía Max intentando tener una voz sensual pero burlándose y riendo.
-“Soltadlo”- Intente formular sin tirarme encima de ellos para dejarlos sin dientes.
-“No”- Formularon también en signos los dos a la vez.

Casi al límite volví a formular la petición pero recibí la misma respuesta, una no hecha con signos y también esta vez pronunciado con una voz vacilante y acosadora y Allan con un movimiento casi inimaginable se atrevió con sus dedos tocar el torso de Near haciéndolo temblar a causa de la sensación de sus fríos dedos. Eso fue la gota que hizo colmar el vaso y como la persona que tropieza por segunda vez con la misma piedra volví a lanzarme contra ellos y estos ya preparados como una palanca me lanzaron encima de Near y en ese mismo instante un seguido de recuerdos y sensaciones volvieron a mi mente, el calor y calidez de la piel de Near al tocar la mía, los gritos acto seguido de los dos chicos cogiéndose la cabeza con las manos y cayendo fulminados al suelo no antes de su inevitable explosión de sesos que cayeron encima nuestro. Por un momento no pude moverme, no se si por el shock o por la sencilla razón que estaba tocando a Near pero él mas rápido rodando se zafo de mi quedado tirado en el suelo lleno de sangre al lado de los ya fríos cadáveres de los dos chicos.

-Yo…yo…no quería ha sido un accidente. ¿Qué vamos hacer ahora?

Near seguía en el suelo sin moverse empapándose con la sangre y yo estaba de pie mirando todo lo que rodeaba a la habitación.

-No me toques.

Me pidió Near.

-¿Qué ha pasado?

Una voz detrás de la puerta nos estaba llamando. No sabia que hacer, estaba demasiado nervioso y asustado.

-¿Estáis bien? ¿Me podéis oír? ¡Por favor abrid la puerta!

Mi respiración cada vez estaba mas acelerada y mi cerebro más confuso pero otra vez las frías palabras de Near me hicieron reacciones.

-Mello por favor abre la puerta.

Muy lentamente me acerque a la puerta y con un giro seco de muñeca gire el brillante y dorado pomo para así abrir la puerta, entonces Watari me abrazo.

-Mello, parece que estas bien… creí que te había pasado lo mismo que a los otros chicos.

Me reviso como pudo y después corrió hacia Near para poder desatarlo y limpiarlo un poco.

No podía entender por que Watari se comporto así, su reacción me hizo sentir muy extraño y a la vez muy mal, sentía que en ese momento se lo tenia que contar todo, sentía que le había fallado y de mis ojos empezaron a brotar lagrimas, las primeras lagrimas de mi vida, calientes y saladas a la vez.

Sin decir nada cogió a Near en brazos y a mi me cogió de la mano y nos llevo a otra habitación, esta del tercer piso la 14 C donde no se estaba nadie, era igual que la nuestra. Después de cambiarnos y lavarnos Watari estaba intentando hablar con Near que aun estaba en estado de shock.
Como un niño pequeño que aclama la atención de su padre tire a Watari de su camisa verde oscuro, este muy lentamente se giro y con una sonrisa me volvió a abrazar. Mis lágrimas no podían dejar de salir y inútilmente intente articular palabras que no pudieron salir de mi artificial garganta, no me sentía capaz de mover las manos y a la vez saber hablar el lenguaje.

-Mello, tranquilo. –Dijo acariciándome la cabeza.

Respire hondo y me dispuse a confesarlo todo:

Nuestra procedencia, cometido, habilidades, todo desde que tengo memoria. Watari no cambio de expresión en ningún momento y luego después de acabarme de desahogar se levanto, y solo dijo estas palabras.

-Bueno, algo tendremos que hacer al respecto. Y tranquilo, todas las personas del alrededor de vuestra planta solo se han desmayado. –Dijo dirigiéndose a la puerta.
Esa noche nos quedaríamos allí.


-Near… ¿Te has enfadado?

Continuará

viernes, 15 de abril de 2011

Amor artificial [Cap. 2]

Los persoajes de este fan fic pertenecen a Tsugumi Ōba y Takeshi Obata.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Death Note
Pareja: MelloxNate
Generos: Romance, ciencia ficcion, horror y drama
Advertencia: Muerte de un personaje
No recomendado para menores de 13 años.
Escrito en 07/06/09
Finalidazo: Si

Capítulo 2: Una maldición.

Mi mano había quedado a unos centímetros de la de Near, se me quedo paralizada a causa del miedo pero este se disipo al escuchar esa cálida voz que provenía de la desconocida silueta.

-Hola muchacho, ¿Necesitáis ayuda?

A medida de que se acercaba su cara iba tomando formas y facciones dejando vez una tez un tanto arrugada y un bigote donde debajo había una sonrisa muy agradable y amigable.

-¿Me puedes oír?

Me toque el cuello.

-¿No puedes hablar?

Negué con la cabeza.

-¿Conoces el lenguaje de señas?

-“Yo si” –Maniobro con las manos.

En verdad si que lo conocía.

-“Si” – Le enseñe.
-¿Y que le pasa a tu amigo?

Solo le conté que hacia días que rondábamos sin sentido por Londres, hasta estos días no sabia donde estaba situado, y que Near había caído al suelo hacia unos momentos.
Por suerte no me pregunto de donde veníamos ni nada por el estilo, simplemente fuimos a un medico para que mirara a Near. El diagnóstico solo era cansancio.

Cuando salimos del medico Near ya había recobrado el conocimiento y como el doctor nos recomendó que comiera algo nuestro acompañante nos llevo a una cafetería donde nos compro unas pastas, para comérnoslas nos sentamos en una de las mesas color metalizado dentro de la misma cafetería.

-Ups, con todo lo que ha pasado no me he podido presentar, me llamo Watari, encantado chicos.
-¿Cómo os llamáis vosotros?
-“Yo Mello y él Near.” – Conteste por los dos.
-¿Y no tenéis apellido?- Negué con la cabeza.
-Vaya, que extraño. Bueno, ¿os puedo hacer una pregunta?

Esta vez asentimos los dos.

-¿Os gustaría venir conmigo a un lugar llamado Wammy’s house?

No contestamos, aun a pesar de su amabilidad teníamos mucho miedo, además, aun no sabíamos si en verdad ese hombre no era una persona contratada por el Señor X pero sus ojos parecían tan sinceros y su sonrisa tan cristalina, realmente parecía un buen hombre que nos quería ayudar.

-“Si.” - Acabe formulando.
-¿Estas seguro?- Me decían los ojos de Near aun cansados.
-Creo que este hombre nos dice la verdad, además, Wammy’s house parece nombre de un orfanato o algo parecido.

Watari sonrió, nos cogió a cada uno de una mano y fuimos andando por las húmedas y frías, ya que se estaba haciendo de noche, calles de Londres hacia ese lugar que Watari dijo que se encontraba cerca.

***

Al llegar me sorprendí, solo la gran puerta de hierro de la estancia ya era hermosa. Entramos, había un gran patio donde muchos chicos y chicas jugaban y practicaban toda clase de deportes aunque la luz ya escaseara, de repente sentí que Near le invadía un gran miedo, deje ir la mano de Watari y me acerque a él.

-Apártate por favor.
-¿Que te pasa?
-No ves que si me rozas podrían sufrir y/o morir muchos niños.

Era verdad, nosotros dos en ese lugar éramos como una mina enterrada en el sueño, a la mínima presión explotaría.

El edificio era extremadamente grande, nada comparado con la puerta forjada con hierro. La fachada era de ladrillo rojo y estaba lleno de ventanas, no me dio tiempo a contarlas todas.

Al entrar llegamos a una especie de recepción, simple pero a la vez encantadora.

-Buenas tardes señor Wammy. –Dijo una mujer que estaba barriendo el suelo. ¿Watari era el fundador?

-Venga chicos, os diré donde os aposentareis, supongo que querréis ser compañeros de habitación, ¿no?

Subimos al segundo piso de diez que tenia. Los pasillos estaban acolchados con moqueta gris, al caminar no hacías ruido, eso me gusto, nos paramos en la habitación 6 A. Entramos. Era una habitación muy sencilla pero a la vez completa, con dos camas, dos mesitas de noche e incluso con un baño propio y una ventana que daba al exterior, unas vistas bastante bonitas, se podía ver el reloj de Londres, lucia bello, a pesar de estar lejos.

-En el armario tenéis dos uniformes, cuando os lavéis, os los ponéis y bajáis a cenar, ¿de acuerdo? Mañana os diré las clases que empezareis a hacer. Cualquier cosa, estoy en el primer piso en la puerta del fondo, que es la sala del director. Adiós.

Cerró la puerta y nos dejo solos. Near se situó en el suelo y se sentó como lo hacia en la celda, yo me tire en la cama, que por cierto era muy mullida.

-Esto parece muy caro. –Dijo Near.
- ¿Crees que nos lo merecemos?
-¡Pues claro que si! Nosotros no pedimos nacer de esta forma. Near no creo que nunca nos puedan encontrar, estamos muy lejos.
-No estoy tan seguro.
-Si nos encontráran te prometo que no permitiría que te pusieran un dedo encima, nunca mas.
-Pero tu tampoco me podrás poner un dedo encima si estamos aquí.

Seguro que lo noto, la rabia que sentí después de estas palabras.

A la mañana siguiente Watari nos vino a despertar, parecía muy ilusionado.

-Buenos días chicos. ¿Habéis dormido bien?

Asentimos.

-Si me acompañáis os llevare a vuestra nueva clase.

Bajamos hasta el primer piso y nos dirigimos donde se encontraban todas las aulas.

-En esta aula toda la gente conoce el lenguaje de los símbolos, no tendréis problemas para comunicaros.

El nivel de enseñanza era muy alto pero igualmente me aburría. Las clases pasaban lentas y mi cabeza no pensaba en resolver las ecuaciones de la hoja que nos habían dado sino en las palabras de Near y me di cuenta de que mi egocentrismo superaba cualquier limite porque al saber de que no lo podría tocar mas descubrí que poseía una adicción terrible hacia Near y que al poder tocarlo siempre que el sádico ese nos lo dijera podía saciarlo.

Pero ahora no podía pensar solo en mí, sino en todas las personas, esta vez buenas que tenia a mi alrededor.

***

A la primera semana comprendí que lo que poseíamos, la fuerza que nos dieron, no era un poder sino una maldición, y esta a causa del gran mono que estaba creando me estaba torturando cada día.

La Wammy’s house nos acabo de modelar un carácter a Near y a mi distanciándonos un poco. Él se convirtió un chico muy solitario amante de los juguetes y de los puzles yo descargaba la ira producida por el mono comportándome como un gamberro.

Narra Near

Ahora si que sabía que nunca más volvería a estar dentro de esta putrefacta celda pero no me sentía por eso más seguro. Mello ya casi no me hablaba y tampoco me… y así tenia que ser pero le echaba mucho de menos, no podía negarlo él siempre me consolaba y me protegía de todo y ahora se quedo en algunas miradas y esa sensación de rabia, el miedo que tenia de que pasara algo al tocarme hacia que de mi boca salieran frases hirientes que producían en Mello una gran rabia hacia mi. Realmente nuestra existencia era una maldición.

La maldición de sentir amor por una persona y no poder expresarlo por miedo de que este hiera a otras.


Continuará

jueves, 14 de abril de 2011

Amor artificial [Cap. 1]

Anime: Death Note
Pareja: MelloxNear
Generos: Romance, ciencia ficcion, horror y drama
Advertencías: Muerte de un personaje
No recomendado para menores de 13 años
Publicado en el 07/06/09
Finalizado: Si

Capitulo 1: Huida.

De la mente retorcida y sádica de un hombre adinerado salieron dos seres creados para matar. El propósito de la creación de esos seres era la diversión de su amo, el cual le encantaba ver sufrir a la gente, él decidió que serian seres sin sentimientos ni dolor pero a causa de unos errores al darles la vida eso no fue así y toda clase de sentimientos empezaron a invadir sus pequeños cuerpos dándoles emociones, caracteres y preferencias.

Se trataban de Mello, un chico de apariencia un poco mas grande que el segundo, rubio con los ojos azules y siempre vestido de negro y Near al contrario que su compañero, de complexión mucho mas débil con la piel como nieve al igual que su pelo y unos grandes ojos negros. Con su inconfundible traje blanco, se trataban de biohumanoides, es decir robots con aspecto y funcionamiento humano pero con un extra de más, poseían poderes especiales que los hacían realmente mortíferos, que solo se activaban cuando sus cuerpos se rozaban o se tocaban.

El adinerado señor que los creo los tenia en una cela debajo de su gran y lujosa mansión. Solo los dejaba salir de la celda cuando necesitaba y quería disfrutar de las “cualidades” que poseían los chicos.

***

Rápidamente dos hombres entran en la pequeña y sucia cela, uno coge al vestido de blanco y el otro al de negro, sin usar la fuerza los arrastran hacia una sala donde desde lo alto el loco hombre los observa, esperando para poder disfrutar de los acontecimientos que iban a trascurrir.

Por una puerta entró otro hombre, este con un aspecto enfermizo y muy desaliñado.

-¡No! Dejadme ir. ¡No se ni como he entrado a aquí! –Desesperado gritaba para poder salvar su ya perdida vida.

No muy separados se encontraban Mello y Near.

-Daros la mano. –Ordeno desde un altavoz el observador.

Los dos pequeños no obedecieron.

-¡Daros la jodida mano engendros! - Ya chillo ansioso.

Los dos niños perfectamente conscientes de lo que pasaría si se tocaran volvieron a ignorarlo.

-¡Guardias! -Al instante entraron unos robots en la sala y cogieron al albino para llevárselo.Mello no tardo en correr e ir a abrazarlo, al tocarse empezaron los gritos, no de Mello o Near sino del pobre hombre que en su interior su cerebro estaba a punto de estallar.

Nota: Mello si quería salvar su vida tenia que acercarse a Near ya que entre los dos se dan energía para vivir, si uno se aleja mucho del otro los dos mueren.Un mecanismo que exigió el hombre.

Y rió, cuando murió el hombre aislado a lo alto, rio de esa escena.

Los niños se separaron rápidamente.

Después de lavarlos los llevaron a la celda.

Nota: Mello y Near fueron creados sin cuerdas vocales pero con gran inteligencia y expansión de conocimientos pero poseen un don del cual sus creadores no están enterados, el don de la telepatía, es decir saben que piensa el otro y como se siente.

A partir de aquí narran Near o Mello.

Mello se encontraba en un rincón de la celda tapándose la cara con las manos y balanceándose, no sabia como actuar ni que hacer hasta que me hablo.

-No puedo mas Near, no sabes lo que estoy sufriendo y no es por matar a personas sino porqué solo saco sufrimiento al rozar tu piel si lo que quiero sentir es amor… solo eso…

Mi artificial corazón se hacia pequeño al sentir todas esas emociones que me trasmitía Mello y no poder contestárselas de ninguna manera.

Al cabo de poco el chico de pelo dorado se durmió dejándome solo en la “habitación” otra vez.

El primer momento en que vi las orbes azules de Mello y su expresión sentí algo muy fuerte por él, no pude reaccionar pero él si y me cogió de la mano. Al tocarme sentí un gran calor, podía sentí como me llenaba de vida y energía pero al notar eso otros la estaban perdiendo. Todos los médicos que teníamos a nuestro alrededor cayeron al suelo con la cabeza hecha pedazos.
Eso fue lo que paso la primera vez que vi a Mello pero no sentí ningún tipo de rencor hacia él, al contrario, al tocarme sentí un gran calor y amor y esa sensación me hizo muy feliz.

Cuando me di cuenta Mello ya se había despertado y estaba dando vueltas de un lado al otro de la celda, sentía que estaba nervioso, asustado, agotado…

Oímos pasos.

-Dios mío… otra vez no... –Mello intentaba atravesar la pared aun sabiendo perfectamente que era imposible, realmente le afectaba mucho, todo.

Efectivamente dos hombres al instante en que entraron nos cogieron y separaron y nos llevaron a esa sala blanca insonorizada dejando entrar una persona que estaba mucho mas asustada que nosotros.

-Empezad. –Dijo ese hombre tan horroroso.

Mello ya resignado se acerco a mi y me abrazo tapándome por completo y protegiéndome de los gritos y partes del hombre que acabamos de matar.

¿Mello había llegado a un limite?

En altas horas de esa misma noche Mello me despertó.

-Me voy.
-¿Qué? - No daba crédito a lo que oía.
-No aguanto ni un minuto más en este lugar.
-Pero…si te vas y yo me quedo nos…
-Seguro que si te quedas te podrán dar energía.
-¿Pero y tu?
-Que más da…
-No…tú y yo somos uno y siempre será así.


Me acerque unos milímetros más a él.

-Near yo…
-¿Y como piensas salir? –Dije cortándole.
-Pues por la puerta pero no nos podremos dejar ir de la mano hasta que estemos fuera y eso…
-Lo se y lo prefiero.


Así que cuando escuchamos otra vez esos pasos y escuchamos girar la llave nos cogimos de la mano y no paramos de correr dejando atrás todos los gritos y alambras que se iban muriendo y activando a nuestro paso hasta que encontramos la puerta de salida, una gran puerta que nos conduciría hacia… ¿la libertad?

Nos escondimos en unos arbusto ya muy lejos de allí y ya separados nos quedamos dormidos.

Narra Mello:

Vagamos durante días y días, casi sin comer nada y la humedad de las calles de Londres nos estaba helando hasta lo mas interior de nuestro ser hasta que llego un momento en que Near dejo de caminar y quedo tirado en el suelo.

-Near… por favor levántate, sabes que no puedo tocarte, por favor Near… tu no puedes…-

Quede arrodillado al lado de Near, él era lo único que tenia y lo estaba perdiendo por segundos.

La primera vez que lo vi sentí que tenia que protegerle y que él era especial, me perdí en sus ojos negros y en esa mirada tan… como definirla… ¿rara? Una atracción bestial me impulso a cogerlo de las manos, y entonces solo entonces comprendí que eso era amor, el calor, la suavidad cuando volví en si todo estaba bañado de rojo pero esa primera vez no me importo porque él estaba delante de mí.

Iba a tocarlo cuando de repente un hombre con una gran gabardina y sombrero negro se paro delante del callejón donde habíamos caído.
Por primera vez intente articular palabras, mas bien un grito.

¡Nos habían encontrado!


Continuara...

miércoles, 13 de abril de 2011

Beso. [SasuNaru]

Los persoajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: SasukexNaruto
Generos: Romance
Advertencia: Ninguno
Para todos los publicos.
Escrito en 28/07/09
Editado en 13/04/2011
Finalidazo: Si


Ese día Sasuke había invitado a Naruto a dormir a su casa, el despistado rubio había perdido las llaves de su piso.

Había sido un día muy duro, con largos entrenamientos e interminables horas de correr.

Después de cenar lo que mas ansiaban era un baño, sentir la tibia agua recorrer sus cansados cuerpos les relajaría y quitaría el polvo que llevaban encima. Se bañaron de espaldas, les hacia demasiado vergüenza verse desnudos y no querían que el otro viera sus enrojecidas mejillas.

Al terminar el baño Sasuke y Naruto se dirigieron a la habitación donde dormirían.

-Ten.–

Dijo Sasuke extendiéndole un pijama al rubio para que durmiera más cómodo.

-Gracias.-

Al cabo de unos minutos ya estaban dentro de sus respectivos futones, que por cierto estaban el uno muy cerca del otro.

Cuando el silencio de la habitación anunciaba que los dos se estaban quedando dormidos uno hablo y lo rompió.

-Aun no te he dado las gracias por dejarme dormir hoy en tu casa. Así que gracias.-

-No hay de que, dobe. –

Dijo girándose quedándose cara a cara.

La mirada oscura encontró la azul provocando que los dos se estremecieran, y sin decir nada el azabache saco su mano del futon y empezó a acariciar y tocar las hebras doradas de Naruto.

-¿Qué haces?–

Pregunto el ojiazul un poco ruborizado.

-Acariciarte el pelo.– Contesto simplemente el otro. -¿Te molesta?– Musito muy lentamente a causa de la agradable sensación que estaba sintiendo al notar la suavidad del rubio.

-No… pero….-

Sasuke bajo sus dedos por el pelo del rubio hasta llegar a su cuello el cual empezó a acariciar muy lentamente. Naruto no pudo evitar dejar ir un suspiro. El moreno después de repasar toda la piel bronceada del cuello subió hasta sus mejillas y de allí con la yema del dedo pulgar empezó a delinear sus carnosos labios..

El pequeño Uchiha no dudo en hacerle tan ansiada pregunta.

-¿Puedo besarte?–

Por fin soltó sin esperar ninguna respuesta ya que sus labios ya estaban posados en los de su amigo que al principio se sorprendió pero eso no hizo que rechazara aquel dulce beso.

Fue corto, de unos pocos segundos, pero lleno de cariño por parte del Uchiha que seguro que el más pequeño pudo sentir.

Sasuke ya estaba fuera del futon casi encima del chico zorro, sus labios estaban casi otra vez unidos pero esta vez solo se estaban casi rozando haciendo que los alientos se chocasen de una manera casi imperceptible. Estaba esperando a que Naruto diera el paso que le indicaría que los dos quieran lo mismo.

El rubio ya estaba embriagado del perfume de su compañero que aspiró en ese primer beso. Sus pensamientos y su auto control estaban nublados por un sentimiento cálido llamado amor así que no tardo en abrazarlo y esta vez besarlo el primero.

Fue una noche de pequeños y no tan pequeños besos, de caricias y suspiros y de algún que otro intento de decir un “te quiero” fallido por parte de los dos que nunca olvidarían y que de seguro repetirían.

Fin


Miralo tambien en formato video con imagenes:

http://www.youtube.com/watch?v=w2ehG1ugiCY

Mi comentario: Pues no he editado mucho esta vez. Otro fic, mas conretamente one shot para el blog. Espero que os haya gustado.

Próximo fic: Amor artificial un fan fic de MelloxNear de Death Note.

martes, 12 de abril de 2011

Novedades.

Hola,

¿Qué tal?

Pues subo doble post para informaros de las novedades del blog.

Como ya debeis haber podido comprovar hay cosas nuevas.

La primera es que estoy subiendo todos mis oroginales y fics aqui porque no puedo acceder a mi cuenta de amor yaoi porque me han heackeado el msn etc...

La segunda es que a partir de ahora tambien se subirian fan fics a parte de originales, lo he dicho en la primera xD.

Y la tercera es que, por fin, ya puse la advertencia en el blog. Hay lo que habeis visto asi que no os asusteis mucho xD. Pero en fin, mas que nada es por seguiridad. Seria una putada que me bannearan ahora -.-.

Gracias por todas las visitas y coments.

Ciaoo.

I like your little sexy skirt. [LightxL]

Los persoajes de este fan fic pertenecen a Tsugumi Ōba y Takeshi Obata.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Death Note
Pareja: LightxL
Generos: Humor, romance
Advertencia: Lemon
No recomendado para menores de 18 años.
Escrito en 22/04/2009
Editado en 12/04/2011
Finalidazo: Si


Me pediste que viniera a tu casa después de clases. Acepte inmediatamente. Estabas un poco nervioso, cosa que se me hizo un poco rara, porque siempre estbas tan seguro de ti mismo en todo lo que decías y hacías, era un poco sospechoso. Tenía ganas de que terminaran las clases.

-Estoy muy contento de que puedas venir hoy a casa.- Me dijiste ya saliendo de clase.

-Y yo de que me hayas invitado Lighto-kun. –Dije con una sonrisa.

Se había ruborizado otra vez.

Cuando llegamos Light se paro delante de la puerta y empezó a buscar dentro de sus bolsillos, de ellos saco una llave.

-Hoy no hay nadie en casa.

Abrió y entramos. La casa solo estaba iluminada por los rayos de luz que entraban por las ventanas.

-¿Quieres alguna cosa?-

Me preguntó mientras se sacaba los zapanos y los ponía ordenadamente en el suelo.

-No quiero ser una molestia así que si no quieres tomar nada tú, tampoco tomare nada yo.-

Contesté simple mientras tambien hacía lo mismo. Me sentía realmente mejor sin los zapatos.

-Se que te gustan mucho los dulces. Así que compre unos trozos de tarta. ¿Te apetecen con un poco de te o café?-

Una briza de alegría pasó por mi cuerpo. Se había preocupado por mí.

-Me encantara tomarla con un poco de café.-

-Quédate en el salón. Voy a traerlo todo.-

-Okay Lighto-kun.-

Me había hecho un gesto con la cabeza, señalandome donde se encontraba el salón. A paso lento fui hacía allí.

No tardo nada en regresar. En una bandeja ,las típicas de llevar los juegos de te y café, llevaba dos tazas, con una tetera y dos platos cuyo interior tenias dos grandes trozos de pastel de nata con fresas, mi favorito. Salivaba solo con verlo… Refiriendome al pastel, claro.

Light sirvió el café en las tazas.

-¿Azúcar? –

Preguntó acercándome la azucarera llena de tarros de ese dulce manjar.

- Si, seis por favor.
-¿Seis? Entiendo el porque eres tan dulce…-
-¿Perdón?-

¿Escuche lo que escuche?

-Que será muy dulce…-

Me los tiro y después empezamos a comer.
Cuando terminamos Light me invito a subir a su habitación. Me dijo que tenÍ una cosa que enseñarme.
Al entrar tome asiento utilizando la cama Abríó su armario y saco una caja un poco grande.

-Esto es lo que te quería enseñarte. En realidad es una cosa para ti.-

Abrió la caja y de ella saco un uniforme, era el uniforme femenino de nuestro instituto.

-¿Cómo has conseguido un uniforme femenino?

Pregunté sorprendido a la vez que confundido.

-Tengo contactos. ¿Te lo querrías probar?-

Su cara no podría estar más roja. Él no lo sabía pero me había enamorado de esa nueva faceta suya y si con eso continuaba estando con esa linda cara haría lo que fuese. Así que acepte.
Al quitarme la camiseta pude notar que la temperatura de la habitación no era muy alta. Sentí un poco de frio, así que rápidamente me quite también los pantalones y me vestí con esa inusual ropa. Me iba a medida. Light estaba embobado mirándome. Su cara era indescriptible.

-¿Te gusta como me queda?-

-Gustarme es poco, creo yo.–

Dijo tragando saliva. Me acerque a él y me senté a su lado, las faldas del uniforme de nuestro instituto eran muy cortas así que se me subieron bastante.

-¿Qué quieres hacer ahora?-

Narra Light:

¿Qué que quería hacer? Más bien me tendría que pregunta “Que le quería hacer” Lo que le quería hacer estaba prohibido en todas las religiones. Nunca pensé que aceptaría a ponerse ese uniforme de chica, Ryuzaki tenía un cuerpo tan pequeño y afeminado que sabía que le quedaría genial la ropa de chica. Era tan lindo… Si supiera cuanto me gusta… y más cuando me mirabas con esa cara de niño bueno. ¡Dios! Pero que es lo que veía. De le marcan todos los pezones. Ese uniforme tenía una tela tan fina y ese cuarto esta tan frio. Tendríamos que calentar un poco el ambiente.

-¿Light?-

- Ah si perdona… ¿Qué me gustaría hacer…? En realidad no tengo ninguna especie de juego de mesa ni nada parecido por aquí. Así que no se.

¡Que mentiroso soy por Dios!

-¿Y si aprovechamos este atuendo que llevo para representar una obra y hacernos unas risas?-

-¡Que genial idea! Escoge tú el guion.

Menudas ideas se le ocurrían. Pero estaba bien. Seguro podría utilizar esa excusa para llevar a cabo mi plan.

-Como los dos llevamos uniforme, uno femenino y otro masculino creo que tendría que ser una escena romántica de adolescentes. ¿Pero de comedia eh? Tu me quieres besar y yo no de me dejo, la típica escena.-

Ryuzaki parecía que me pudiera leer la mente. Ni haría falta desvíar el guión. Así que obedeciendo a mi niñita me senté delante suyo y le cogí las muñecas. Creo que en esos momentos puede dejar de aguantarme las canas de tocarle. Acerque mi cara a la suya.

-No… creo que este sea el momento…-

-Claro que si… siempre es buen momento para esto.

-No…-

Me acercaba cada vez más a sus labios.

Ryuzaki se comportaba verdaderamente como una chica. La fuerza que hacia era nula.

-Tranquila… solo te quiero dar un beso.

Me miro raro.

-Mientras sea uno corto.RyuZaki estaba preparando sus labios y cerraba los ojo ¿iba en serio eso? Las ganas que tenia de besarle eran inmensas así que mas daba. Me acerque los últimos milímetros que me quedaban a él y mis labios se posaros sobre los suyos y al instante mis manos fueron a parar debajo de su fina y delicada camiseta de chica. Empecé a acariciar su torso al mismo tiempo que hacia presión con mis labios en los suyos, la sensación era única pero yo quería más así que con mis dedos pellizque uno de sus duros pezones para hacerle abrir la boca y así entrar mi lengua en su cavidad bucal. De la impresión se tiro atrás y yo fui con él, quedamos uno encima del otro.Me separe.

- No… pares… no podemos dejar la obra a medias.-

Decía muy sensualmente con los ojos medio cerrados por la excitación que parecía sentir. Mandado y echo. Me abalance otra vez sobre él, esta vez mis besos no solo eran para su boca sino también para todo su cuerpo; su cuello, su pecho ya descubierto, sus brazos y faltaba una parte, la parte de las falditas. me pare y mire sus piernas, tenia las faldas medio subidas y debajo de ellas se escondía una cosa, una cosa muy abultada. Lo cogí por la cintura y se las baje muy lentamente, entonces cuando ya tubo las falditas quitadas bese su abdomen, lo babee todo.

- Light…nnh… no me hagas daño por favor.-

Ryusaki sabía donde estaba y lo que iba hacer.

-No te voy hacer daño, al contrario, espero que lo disfrutes tanto como lo hare yo.-

Ryusaki solo podría dejar escapar pequeños gemido de su linda boca por cada palabra que le decía. Decidí sacarle sus boxers dejando descubierta una gran erección.

Narra Ryuzaki:

Nunca pensé que me podría sentir tan bien si Light estuviera haciéndome eso. Mis fantasías se estaban haciendo realidad.
Ojala se la metiera pronto en la boca.

-Creo que esto será como lamer una piruleta, ere tan dulce Ryuzaki…-

Creo que aquí ya nadie estba jugando, pero que mas daba, yo deseaba eso.
Pronto sentí su lengua tocar mi parte sensible, era caliente y húmeda, solo con eso ya no pude aguantar que mi placer saliera por la boca. No tardo en ponérsela toda en en su cabidad. Empezó por la punta y luego fue bajando y subiendo, cada movimiento que hacia eran unas descargas que recorrían todo mi cuerpo. TenÍa que taparme la boca. Sentía que pronto iba a llegar al final.

- Ah… creo que no podre aguantar mucho más…-

-Solo un poco más… a mi también me falta poco.-

Estaba tan extasiado que no me di cuanta que Light se había bajado también los pantalones y se estaba masturbando. Y la última descarga, la más placentera hizo que mi espalda se arqueara al completo y dejara ir todo en la boca de Light, el cual tenia su mano también empapada. En seguida se acerco a mí y me beso.

- ¿Te gusta tu sabor? Como dije, eres muy dulce. -

Susurro jadeante al instante que besaba mi cuello. Lo abrace.

-¿Light? No vas hacer nada más…-

Pregunte con un poco de vergüenza, pensé que llegaría a…

-¿Estámos jugando no? No creo que sea el buen momento para una primera vez… Si quieres otro día te pones mi regalo y vamos enserio.-

Dijo mirando de lado con una carita ruborizada. Me hizo muy feliz… Esta vez lo bese yo.

- Light, te quiero.

Light no contesto a mis palabras, pero eso no hacia falta.

Fin.

Mi comentario: Pues tela lo que he tenido que editar. Este fue mi primer fan fic y ni me atrevi a termiar con el lemon pero en fin, este no me ha parecido muy mal.

Ojala les haya gustado.

Ciaoo

Próximo fan fic titulado como "Beso" del anime de Naruto. Un SasuNaru.

lunes, 11 de abril de 2011

Esclavo de tu amor. [Cap.4]

Recomendado para los fans de los vampirtos y del lemon explicito.

Géneros: Horror, romantico
No recomendado para menores de 18 años
Advertencias: Lemon, trios, sadomasoquismo, violación y gore
Publicado 10/05/2010
No terminado


Capítulo 4:

Instintivamente, por nuestro carácter los dos nos separamos y miramos hacia el intruso.

-A…Alain...-

Encolerizado nos miró y acercó a nosotros. Me cogió del brazo y me arrastro de ese lugar llevándome a su habitación.

-¿A caso eres una perra en celo o qué?-

Mascullo tirándome en la dura cama.

Respiraba entrecortado mientras no podía hacer otra cosa que mirar su rostro.

-¡Respóndeme!-

Me pare en sus ojos. Ese violeta estaba apagado. Se había convertido en un color ¿triste?

-¡Venga!-

Saltó a la cama agarrándome los brazos con fuerza, pareciendo necesitar esa respuesta.

-Yo…yo solo intentaba olvidarte por un instante.-

Derrame lagrimas al verlo tan enfadado.

-Pues entiende que eres mío y eso significa que YO soy el único que puede tocarte.-

Reí ante sus palabras.

¿De que te ríes?- Sus dedos se clavaban en mi cuello. Su agresividad era mucho mayor de la que conocía.

-Si soy tuyo, ¿por qué no te apoderas de mi?-

Dije a duras penas por la falta de aire en mi cuello.

Me soltó de golpe. Perdí la fuerza en los brazos quedando tirado en la cama, luchando por respirar al haberme dejado casi sin aire.

Se acerco otra vez en la cama para volverme a coger por el cuello levantándome hasta quedar cara a cara.

-Yo soy quien decide si vives o mueres, si sufres o te retuerces de placer. Yo lo decido ya que eres mio.-

Sus palabras eran serias, dominantes y muy claras. Sus ojos recuperaron un poco su profundo brillo y sus colmillos estaban a flote.

-¿Lo entendiste?-

-Si...-

Susurre creyendo que ese seria mi fin al entender que iba a acabar conmigo por su gran rabia al ver que le había traicionado. Sin ningun tipo de resisténcia cerré los ojos con miedo esperando mi castigo, notando como me tiraba encima de la cama groseramente y luego se dejaba caer encima de mi, acercando su boca en mi cuello. Podía sentir su aliento húmedo y caliente chocar contra mi piel estremeciéndome por cada bocanada de aire.

-Acaba conmigo ya. No me hagas esto.-

Le implore a la vez que me estremecía. Esa era una de las peores torturas en las que me podía someter.

-¿Acabar? Otra vez te equivocas.-

Rió maquiavélicamente mientras rasgaba con sus dedos la piel de mi abdomen mientras otra vez rozaba sus colmillos en mi cuello.

-No...-

Jadeé sin poder evitarlo.

-¿No vas a matarme?-

A pesar de que en mi interior sentí aun un poco de miedo por lo que me pudiera ocurrir mi cuerpo estaba totalmente excitado y la mirada con la que le dije eso no concordaba para nada con la situación y de alguna manera eso excitó a Alain.

Clavó sus colmillos en mi cuello hasta el fondo a la vez que dejaba unas 5 marcas en mi abdomen causadas por sus uñas las cuales también habían crecido y afilado.

Gemí de placer.

-Por favor, beve, beveme.

Mis caderas se movían solas, mi cuerpo había despertado enloquecido. Por una vez mi amo me estaba haciendo caso y me daba ese placer que tanto ansiaba lamiendo y mordiendo mis heridas. El escozor de la carne recién cortada contra el calor de su lengua y sus finas manos acariciando mi cuerpo me estaban volviendo loco. Temblaba sin cesar repitiendo su nombre una y otra vez. Como deseaba que entrara en mi

-Entra en mi, por favor. Entra.-

Le acabe suplicando. Intentaba girarme despesperadamente pero no podía, me tenía cogido por las muñecas.

Era como un pez recién sacado del agua, saltando y encorvándose intentando respirar aunque en mi caso era un poco distinto.

-Mmm, eres delicioso.-

Comentó mostrándome como aun mantenía las últimas gotas de sangre que me había quitado paseándose por su sensual boca. Se lamió los labios y subió hasta mi rostro.

Berreé como un niño al ver que estaba jugando de esa manera tan cruel conmigo.

-Por favor, no puedo más, suéltame.-

Moví mis muñecas sin cesar sintiendo como sus uñas se clavaban en mi piel como jeringuillas de adrenalina para mi cuerpo.

-Me voy a morir.-

Le susurre lloroso, sentí que iba a perder el conocimiento de tan necesitado que estaba.

-¿No lo has entendido?-

Me dejo ir una muñeca para tomar con su fría mano mi palpitante falo.

-Solo te morirás si yo lo digo.-

Gemí moviendo mis caderas sin cesar aunque para nada era suficiente.

-Más, más..-

Implore llorando y arqueandome. Por más que gimiera y me retorciera no podía llegar al clímax, estaba agotado y empapado de sudor pero no podía parar hasta terminar.

Su purpura mirada parecía complacida al verme de esa manera aunque su rostro seguía igual de gélido.

Temblorosa, mi mano acaricio su rostro el cual estaba cubierto por una fina capa de sudor la cual no se apreciaba a simple vista.

-Te amo Alain...-

Sonreí dolorosamente a la vez que acaricié con ternura su mejilla. Me dejo ir por un instante provocan dome un nuevo gemido, este de frustración. Puso su mano encima de la miá y luego la aparto. Le mire unos segundos y luego baje la mirada.

¿Esto había sido una respuesta?

Mis pálidos labios dibujaron una leve sonrisa la cual no pude sostener ya que mi cuerpo cayo al suelo,después de eso todo se volvió negro.

Continuará


Bueno bueno bueno.. ¿Qué le ha pasado a Alain? Pobrecillo.. Y os quedareis con las ganas de saberlo por un tiempo ya que aqui es donde me quede en Amor Yaoi. Si os esta gustando dejad algun comentario y asi me animo a seguir.

Gracias por leer.


Mañana empezaremos con algo nuevo. Un verdadero fic vrdadero, con personajes de un anime que sera Death Note. Un LightxL. El primero que hice titulado I like your little sexy skirt.

domingo, 10 de abril de 2011

Esclavo de tu amor [Cap. 3]

Recomendado para los fans de los vampirtos y del lemon explicito.

Géneros:
Horror, romantico
No recomendado para menores de 18 años
Advertencias: Lemon, trios, sadomasoquismo, violación y gore
Publicado 10/05/2010
No terminado


Capítulo 3:

Me forcé tanto como pude para aguantar mi desesperación, mordí con fuerza mis labios y intente tragarme las lagrimas pero todo fue en vano. Empecé a llorar y a gritar al cabo de unos minutos. Pegue portazos, arañe la puerta pero nada ni nadie me contestaba.

Paso mucho tiempo, tanto que ya podía ver todas las cosas de mí alrededor sin ninguna dificultad a pesar de que, en verdad, estuviera oscuro. Reino el silencio hasta que una voz, casi infantil, me rompiera el sueño que me había costado tanto conseguir. Sollozaba. Los jadeos procedían de la celda continua a la mía, apoye el oído en la pared y entonces me di cuenta de la rejilla que comunicaba al otro lado y mire por ella. Era una persona de cabellos muy largos y ondulados, estaba mirando la puerta esperando a que alguien apareciera para abrirlo, temblaba y susurraba algo cada vez más fuerte. Era el nombre de Ragsiel.

-¡Rasiel!-

Sus gritos, no, gemidos sonaban tan desesperados y a la vez tan, excitantes, empezaba a notar como mis mejillas recobraban aquel ardor.

Su voz era preciosa, melodiosa era imposible no excitarse, siguió llamándolo hasta que su puerta se abrió, era él.

El cuerpo de esa persona quedo iluminado por la luz de las antorchas que había encendido el vampiro, era un chico, casi un niño. El menor al verlo se calló y estiro en el suelo abriéndose de piernas.

-Por favor, tómame, tómame.-

Desde mi mirilla podía ver como se estimulaba los pezones delante del rubio intentando tentarle.

-No aguanto más.-

Encorvo su espalda haciéndome estremecer ante tan hermosa postura formada por aquel hermoso cuerpo juvenil.

-No me dejes solo.-

Le imploro. Y otra vez me recordó a mi.

Pude ver como los labios de Ragsiel dibujaban una sonrisa maliciosa.

-Creo que has llegado a tu limite, estas tan mojado-

Dijo ya situado encima de él acariciando su entrada con uno de sus dedos.

Sin aplastarlo empezó a lamer su cuello.

-Mmn. hueles tan apetecible. Cuando estas tan caliente tu sangre aun sabe mejor.-

-Aah.. tómame, en..en todos lo sentidos…-

Desgarro su cuello con dos de sus afiladas uñas haciendo que de él brotaran dos hilos de espesa y roja sangre. La podía oler y ese olor me trastornó aun más. Sentí tanta frustración, hubiese muerto de placer si esas palabras hubieran salido de la boca de Alain…para mí. Me encontraba excitado.

Sus ojos brillaron como amatistas al ver el color rubí de esa sangre, su lengua se impregnó de ella. Yo también pude sentir el placer del chico al notar como se alimentaba de él, temblaba y gemía queriendo que lo tocase más.

Ragsiel puso una de sus manos encima de uno de sus pechos y los acaricio como si los de una mujer se tratasen.

-Así no..

- Imploro el menor sintiendo que no era suficientemente placentero.

-¿Cómo que no? Pareces una mujer. Eres mucho más bello que cualquiera que haya visto antes…-

-Haz que duela, apriétalos.-

Encorvaba su pecho para que le pellizcara los pezones.

-Eres mi pequeño masoquista.-

Sonriendo maliciosamente el rubio empezó a tocarle como él quería haciendo presión con dos de sus dedos convirtiendo que esos dos botones rosas en dos gotas de sangre.

-Tan apetecibles.-

Después los succionó haciendo gemir considerablemente al menor.
No podía aguantar más tanta presión.

-Alain...-

Susurre y empecé a tocarme a pesar de que pensaba en él seguí mirando la escena.

En unos segundos habían cambiado de postura, ahora el chico de pelo largo estaba en su falda mientras el mayor acariciaba su trasero y a la vez hundía dos dedos en él.

-Se que deseas beber. Tienes mi permiso.-

Aprobó hablando tranquilamente el rubio.

Excitándose aun más el menor empezó a lamer y besar la cara de su “amo” mientras no paraba de mover sus caderas encima de él. Se apoyo a su cuerpo y mordió su cuello provocando que la serena cara de Ragsiel cambiara unos instantes.

-Mmg…-

Bebía placenteramente sin dejar de mover su trasero y caderas aun con los dedos del mayor en su interior. Pude ver como su pelo oscurecía y de su espalda nacían unas alas de murciélago brillantes y negras.

-Eres tan especial.-

Al contemplar sus alas brillaron mucho más sus ojos, levanto al menor y lo conectó con el de una vez haciendo que dejara de beber de su cuello, gimiera de dolor y placer infinito.

Moría de celos.

-Aun no has aprendido a controlar tus poderes por lo que veo.-

Con una de sus manos acaricio con delicadeza la fina piel de una de sus alas.

-Ah...-

Demasiado extasiado para poder hablar.

Cogió sus caderas y empezó a mover el muchacho de arriba a abajo haciendo que su miembro saliera y entrara de él todo el rato, a medida que iba moviéndolo el alado fue poniendo su propio ritmo, ya que Ragsiel se lo permitía. Se movía más rápido aunque no tan alto jadeante y gimiendo, besando desesperadamente su pareja, clavándole las uñas mientras observaba su rostro en busca del placer.
Ese chico era igual a mí. Desesperado en complacer y poder estar con esa persona tan especial.


-Me…me vengo…¡aaah!

Desplegó totalmente sus hermosas alas a la vez que se corría abundantemente en el vientre y pecho de su amado dando pequeños saltos por las descargas eléctricas que sentía en esos momentos de éxtasis. Al instante se contraía al notar el semen de su amo llenarlo por completo. Esbozo una sonrisa de satisfacción y se apoyo en él abrazándolo plegando sus alas hasta que estas desaparecieron.

Empecé a llorar. Resbale hasta quedar sentado en el suelo, aun intentando sacar ese ardor de mi cuerpo aunque no lo conseguía, no podía terminar si no era en manos de Alain.

-No puedo dejar que salgas, aun.-

Empezó una conversación el mayor.

-¡¿Qué?! No me dejes aquí. Te lo suplico.-

-No puedo dejar que salgas hasta que no controles tus poderes.-

-Por favor.-

Pude escuchar como el menor se movía de nuevo encima de Ragsiel suplicando que lo dejara ir con él.

-Se que es difícil estar solo y por eso, de ahora en adelante, tendrás un compañero. Nos ha estado mirando todo el rato. ¿Sabias?-

El corazón me dio un vuelco, estaba hablando de mí.

-¡No! Yo no quiero a nadie más que tú, Ragsiel.-

Note como su voz se quebraba y empezaba a llorar.

-Ya lo he decidido, será interesante ver como te comportas con otra lindura.-

-¡No! ¡Prefiero estar solo! Ah... ¡Déjame!

Escuche un forcejeo hasta que llegaron a mi puerta y Ragsiel la abrió de golpe dejando entrar una luz que a pesar de que era débil hirió un poco mis ojos, me tape con el brazo. Entonces sin previo aviso azotó al menor en el suelo de mi celda haciéndolo jadear de dolor. Cerro la puerta con la misma fuerza. El nuevo integrante siguió en la misma posición en que lo había tirado. Sabia que estaba destrozado, podía escuchar sus sollozos.

Era tan flaco y parecía tan débil. Solo lo observaba desde ese rincón sin tener valor de acercarme a él.

-Siempre me deja solo.-

Gimoteo.

-¡Siempre!-

Golpeo el suelo con el puño.

Sentía pena por él ya que entendía perfectamente sus sentimientos.

-Yo te entiendo. También me siento muy solo.-

Debí sonar muy triste ya que levanto su mirada dejándome ver sus ojos. Eran del color de la sangre. Hermosos. Gateando se acercó un poco a mi y me olió.

-Aun tienes restos de esencia humana. Hace poco que te trasformaron.-

Lo mire a los ojos con rubor en mis mejillas, tenia razón. Me repasó con la mirada. Volteo los ojos un poco sonrojado.

-Estas excitado.-

Avergonzado me tape con las manos.

-No tienes porque taparte después de lo que has visto creo que es normal estar excitado. -

Bajo la mirada sonrojado.

-Lo siento, lucían tan bien que yo...no pude evitarlo.-

Antes de todos lo que había visto había sido, de alguna manera, un signo de amor entre esas dos personas. Algo que yo no sabia si compartía con Alain ya que nunca lo habíamos hecho. Sin notarlo algunas lágrimas resbalaron por mis mejillas.

-¿Qué te pasa? ¿Te duele?-

Me pareció un comentario muy inocente para haber salido de los labios de una persona que hacia poco estaba llena de ira y un poco antes llena de pasión.

-No es eso.-

Levante un brazo para secármelas cuando él me lo detuvo acercando su lengua en mi mejilla para limpiar aquella agua salada.

-Venguémonos.-

Dijo serio, mirándome a los ojos haciendo que me estremeciera con solo esa mirada.

-¿Qué quieres decir?-

Me contesto con un acto. Cambio su mirada a una de más tímida y acercándose un poco mas a mi toco con la yema de su dedo índice la punta de mi erección.

-Mnn-

Respire profundo al sentir el escalofrío pero me aparte de él pensando que, en verdad, mis deducciones habían sido correctas, se traba de un niño, un preadolescente atrapado eternamente en esa etapa de la vida en la que uno aun no tiene claras sus ideas.

-No puedo hacer esto.-

-Si crees que tengo ganas de hacerlo contigo estas muy equivocado. Yo soy de Ragsiel pero estoy cansado de que me abandone. Quiero vengarme haciendo algo que al menos a mi me cabrearía mucho.-

Entonces me vino a la mente que esa persona ya lo había engañado, aunque me calle.

-No tiene sentido.-

-Para mi si.-

Abalanzo su mano y la puso encima de mi pene empezando a masajear la punta quedando en pocos momentos toda empapada.

-Tu cuerpo esta ansioso por tener sexo. Veo que tu amo te tiene a régimen.-

Sus palabras burlonas, me hirieron. Tenía tanta razón. Me abalance sobre él con mis colmillos visibles y nuevas lagrimas en los ojos, lo agarre con una mano por el cuello.

-¡No tienes ni idea de lo que estoy pasando!-

-Lo se muy bien.-

Me encontraba en su cintura la cual empezó a mover de forma sensual ronzando así ambos miembros.

-Sentir que no te ama, que se ha olvidado de ti, todo, todo el tiempo.-

Me miraba con compresión hechizándome con sus palabras y su mirada. La fuerza de mi mano fue disminuyendo hasta que la rabia se fue y solo quedo el placer que me estaba otorgando. Me apoderé de sus labios, los cuales empecé a devorar con gula lamiendo y mordiendo sin ningún tipo de miramiento. Él empezó a moverse más rápido para que los roces fueran más fuertes y placenteros. Jadeábamos de lamento y placer. Sintiéndonos mal y a la vez bien por lo que estábamos haciendo. Nuestras manos pasivas, no sabían donde tocar así que nos acariciábamos de manera tierna, yo le acariciaba la cara y el mi espalda. Estaba a punto de correrme cuando abrieron la puerta.

Instintivamente por nuestro carácter los dos nos separamos y miramos hacia el intruso.

Continuará

sábado, 9 de abril de 2011

Esclavo de tu amor [Cap. 2]

Géneros: Horror, romantico No recomendado para menores de 18 años Advertencias: Lemon, trios, sadomasoquismo, violación y gore Publicado 10/05/2010 No terminado Capítulo 2:

-¿A dónde vas?-

Le pregunté con un hilo de voz ya que volvía a notar las lamidas.

No contesto simplemente salió de esa estancia.

-No te vayas.-

Pretendía levantarme pero el mayor me lo impidió.

-No puedes irte hasta que no hayas sido mío una vez.-

-No, no quiero.-

Intentaba escurrirme de sus brazos pero era imposible, su fuerza era sobrehumana y cuando me volvió a morder como en la primera vez perdí toda la fuerza.





Cuando recobre los sentidos me encontraba estirado bocabajo. Encima de mí aun se encontraba Ragsiel embistiéndome lentamente.

-Magnifico. Ya has despertado.-

Tras esas palabras sus embestidas empezaron a ser más bruscas. Mi entrada árida, dolía, pero no estaba sufriendo, al contrario, disfrutaba cada vez más por cada embestida pero la tristeza que sentía en mi interior al no ser Alain quien me estaba poseyendo era más fuerte que todo ese bruto placer.

-No me creo que no te guste lo que te estoy haciendo.-

Decía roncamente.

-No pararé hasta hacerte gritar. Te lo advierto.-

Como si de un gato se tratase extendió sus uñas haciendo que crecieran varios centímetros. Las paso por mi espalda.

-¿Notas esto? Ahora también van a entrar en ti.-

Dibujando una sonrisa que no pude apreciar clavo esas finas dagas en mi espalda deslizándolas por toda su extensión.

-¡Ahhhh!-

Grite de dolor. Sentí como la sangre se deslizaba por mi espalda cayendo en el suelo.

-Me encanta la manera en que destaca este color rojo en tu pálida piel.-

Profundizando mas se encorvó hacia mi sin dejar de embestirme y empezó a lamer cada herida haciendo presión con la lengua.

Me mordí los labios, la sensación era demasiado intensa como para poderme reprimirme. Pronto empecé a gemir y gritar satisfaciéndolo causándole el clímax que lo hizo acabar dentro de mí con una gran descarga.

Después de aquello se fue dejándome completamente solo en ese oscuro lugar.



Cuando me desperté mi cuerpo no tenía ninguna herida pero seguía solo. Observe a mí alrededor. Aun seguía encima de esa alfombra tan peculiar y más allá había el sillón.

-Alain...-

¿Dónde estaba? Necesitaba verle. Necesitaba estar con él. Me levante y empecé a caminar saliendo de esa estancia. Volví a ver esa luz violeta. Me acerque a la piedra. Era un cristal enorme. Se encontraba en una gran cámara que daba al exterior. Aun no

me había dado cuenta de que a mí alrededor deambulaban esas personas. Me asuste durante unos segundos pero enseguida pude percatarme de que ni se habían dado cuanta de que estaba allí.

Sacudiendo mi cabeza para deshacerme de la embriagadez que me otorgaba ese cristal me aleje de ese lugar y empecé a buscarlo.

Alain, Alain, Alain... Empezaba a estar muy angustiado. ¿A caso había abandonado el lugar? ¿Me había abandonado a mí? Solo de pensar en esa opción me entraban ganas de llorar.

La angustia paso a rabia y la rabia a tristeza. No lo sentía, no lo veía, no lo olía. No estaba allí. No sabia que hacer.

La luz exterior hacía que mis ojos dolieran pero ese dolor me apaciguaba. Me acerqué a una pequeña salida que podía ver desde donde estaba. Por cada paso que daba el dolor era más intenso. Si él no estaba a mi lado no me importaba si mi piel se quemaba.

Casi pude tocar los rayos de sol con mis propias manos cuando otras ajenas procedentes del interior de la cueva me agarraron del cuello empujándome hasta dentro.

-¿¡Estas loco!?-

El empujón fue tan fuerte que hizo que chocara contra la pared de piedra golpeándome la cabeza. Empecé a sangrar.

Abrí un poco los ojos. Entre sangre y lágrimas no veía con claridad pero ese olor...ese olor era de Alain.

-¿Alain?-

Pregunte por él. Podía ser que mis sentidos me estuvieras fallando.

En pie delante de mí observándome el propietario del nombre me contesto un -¿Qué?- Más frío que sus propios ojos.

Me senté apoyándome en la piedra aun un poco aturdido por el golpe. Intente levantarme para acercarme a él pero perdí el equilibro. Mi mano fue a parar a unos milímetros de su zapato.

-Alain...-

Intente hacer trepar mis dedos desde ese punto de su cuerpo. Observaba de reojo como mis dedos subían por su pie.

-Basta.-

Soltó secamente. Me asuste y rápidamente deje de tocarlo sentándome otra vez. Temblando. Tenía miedo. Miedo de que me odiara.

No me atrevía a mirarlo pero sabia que el tenia sus ojos pegados en mi cuerpo. Y eso a pesar de todo me excitaba. No podía parar de temblar.

-¿A caso tienes frío?-

Preguntó rompiendo el silencio que se había formado haciendo que me estremeciera a causa del tono de su voz. Le respondí negando con mi aun sangrante cabeza.

-¿Pues por qué estas temblando?-

Mis temblores se duplicaron a causa de esa pregunta. No me atrevía a contestarle.

Rió. Se puso a mi nivel.

-Que yo sepa no te he comido la lengua-

Dijo cogiéndome del mentón.

-¿A caso quieres que te la coma y así tendrás motivos para no contestar a mis preguntas?-

Estaba tan cerca. Podía notar su aliento. Sus manos sobre mi piel. Sus ojos clavados en los míos. Pero seguía sin moverme a pesar de que me encontraba totalmente excitado.

-Respondeme.-

Esperaba una respuesta que nunca llegó.

-Realmente quieres que te coma la lengua.-

Con sus dedos apretó mis mejillas haciendo que abriera la boca para hacerme sacar la lengua. Salivaba como un perro. “¡Hazlo ya!” Pensaba. Miraba curioso como todo ese fluido le empapaba sus dedos. Pero entonces chascó su lengua y me dejo ir. Otra vez se alejaba de mí.

-Tendría que haber escogido que me devoraran definitivamente.-

Se detuvo.

-¿Y por qué dices eso?-

-Tu ignorancia es como mil puñales clavándose en mi corazón por eso deseo morir si no estas conmigo.-

Dije nervioso, lloroso, tímido.

-Me da igual que me trates mal pero llévame contigo.-

Me acerqué gateando un poco a él.

-Por favor.-

Se giró y otra vez clavó su mirada en mí. Yo cerré los ojos fuertemente.

-Seria un pésimo amo si dejara que te matases. Al fin y al cabo eres mi creación.-

Un dindineo de cadenas resonaron por la cueva y alrededor de mi cuello coloco un collar. Se trataba de una correa.

-Levántate.-

Ordeno a la vez que tiraba de la brillante cadena.

-¡Ag..!-

Me ahogue un poco pero su tirón hizo que me levantara de golpe.
Caminaba detrás de él a unos pocos metros de distancia de su cuerpo. Miraba al frente, decidido. No sabía donde nos dirigíamos.
Llegamos a otra cámara parecida a la primera en la que había estado pero esta tenía una especie de cama y un baúl al lado. La temperatura era mucho más baja que en cualquier otro sitio de la isla.

Me quede parado al lado de la entrada. El se sentó en la cama.

-Ven-

Me mando sin mirarme a la cara. Me acerque a él.

-Siéntate.-

Me senté en el suelo, al lado de la cama. Lo miraba. Esperaba la siguiente orden pero solo se puso a reír.

-Puede que seas de mi propiedad pero no eres un perro, siéntate en la cama.- “¿Entonces por que me pones cadenas?” Pensé. Me senté a su lado.

Estaba nervioso, me miraba las manos y respiraba más rápido de lo normal. Era imposible poder controlar mi cuerpo teniéndolo a mi lado, casi rozándolo. Era una situación muy incomoda.

-¿Tienes frío?-

Me preguntó. Yo aun iba desnudo. Negué con la cabeza. En esos momentos sentía de todo menos frío.

Acaricio mi mejilla.

-Es verdad, tu cuerpo se mantiene caliente.-

Mi corazón iba a salirse del pecho y seguía así. Como cualquier perro que es fiel a su amo me estire en la cama totalmente dispuesto a todo. La cadena se quedo encima de mi vientre. Jadee al sentir ese frío metal.

Mi agitada respiración era lo único que se escuchaba en ese frío lugar y él no hacia nada. Ni me había mirado. Seguía en la misma posición. Parecía totalmente sumergido en sus pensamientos.

A pesar de que sentía que lo tenía que obedecer mi tolerancia llegaba a un límite. Y si me iba a ignorar todo el rato, yo a pesar de que iba a sufrirlo mas que él también lo iba a hacer..

-Es verdad, no soy un perro. Soy menos que eso.-

Entonces me miro. Me puse de lado dándole la espalda abrazándome un poco a mi mismo. Empezaba a sentir un poco de frío.

-¿Te hago sentir así?-

Se movía hacia mi. Hacía crujir los muelles de la cama. Pasó uno de sus dedos desde el nacimiento hasta el final de mi espalda.

-Ah...-

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Se me erizó la piel. No me giré ni contesté a pesar de que me moría de ganas de morderle ese dedo.

-Me estas dando tu culo. ¿A caso quieres que entre en ti de golpe? –

Me preguntó pegando su cuerpo al mío y acariciando lo mencionado. Adoraba sus caricias pero tenía que ser fuerte y aguantar. Me giré dándole la cara pero mantuve como pude la distancia.

-¿Eso a sido una negativa?-

Dijo sonriendo.

-¿A caso no estabas deseoso de que te follara hace unos minutos?-

Siseaba mientras se acercaba a mi sudoroso cuerpo otra vez.

-No...No me voy a dejar.-

Hasta esas palabras me dolían pero así iba a ser.

-Eso no te lo crees ni tú.-

Se abalanzó quedado encima de mí, aprisionándome las muñecas hasta hacerme daño. Forcejeaba pero era inútil.

-Ya puedes decir lo que quieras que tu cuerpo pide otra cosa. Estas mas duro que yo y aun no he hecho nada.-

-Déjame.-

Los movimientos que había empezado hacer encima de mi pelvis eran demasiado sexys y no podía evitar soltar leves gemidos ya que todo su peso caía sobre mi erección.

-Bas-ta.-

Como no hiciera algo iba a perder ante él. Alce mis brazos e intente empujarlo para que bajase de mi cuerpo pero no tenia fuerzas. Ni lo moví.. Siguió mareándome y estimulándome con sus movimientos. Mis acciones no servían de nada, al menos las de mi cuerpo.

-¿Por qué lo haces si no tienes ganas?-

Esa era la verdad. Sus ojos no mostraban nada, su cuerpo no reflejaba nada.

-No voy a dejarte así ¿no crees?-

Lamió mi mejilla.

-Lo prefiero.-

Dije mirándole a los ojos.

-No pienso hacer nada contigo hasta que tu no lo desees.-

Aproveche su confusión para escaparme de él. Cogí la sabana para tapar mi cuerpo. Se levanto y se fue.

Aproveché esa soledad para poder tranquilizarme pero a pesar de que esa habitación era fría su olor estaba impregnado en ella. No podía tranquilizarme de ningún modo a no ser que descargara todo ese deseo. No quería tocarme pero era la única manera de poder regresar a mi normalidad.

Me escondí en un rincón del cuarto y cerrando los ojos con una de mis manos empecé a masajear la punta de mi miembro. Me puse la sabana en la boca para no dejar ir ningún sonido y entonces empecé a frotarme cogiendo rapidez enseguida. Notaba como mis colmillos creían y desgarraban esa ropa gastada.

-Mnn-

Respire hondo e intente acabar lo mas pronto posible.

-Vaya.-

Soltó un poco divertido.

Di un salto, me asusté y a la vez me vine al oír su voz. Me tiró la ropa encima.

-Vístete. Espero que esta orden si la obedezcas.-

Se quedo esperando.

La ropa que me había dado era vieja. Un poco rota pero en mejor estado que la que traía antes. Se trataba de una camisa “blanca” y unos pantalones azul un poco pegados a la pierna.

Cuando vio que estaba vestido cogió otra vez la correa y empezó a tirar de ella. Sin más remedio tuve que avanzar y seguir sus pasos. Entramos por una especie de pasadizos que parecía que descendía a una gruta dentro de la cueva. Había mucha humedad, el olor era a tierra y solo estaba iluminado por antorchas que parecía que en cualquier momento tuvieran que apagarse. Después de caminar durante unos minutos se paro delante de una especie de puerta hecha de madera, la cual abrió y de un empujón me tiro dentro de la habitación que guardaba.

-Estarás aquí dentro hasta que a mi me apetezca.-

Después de eso se fue.

Continuará...

viernes, 8 de abril de 2011

Esclavo de tu amor.[ Cap 1]

Recomendado para los fans de los vampirtos y del lemon explicito.

Géneros: Horror, romantico
No recomendado para menores de 18 años
Advertencias: Lemon, trios, sadomasoquismo, violación y gore
Publicado 10/05/2010
No terminado

Capítulo 1:

Viajamos en barco, un cacharro que parecía que tuviera que hundirse en cualquier momento en esas aguas cristalinas. En la pequeña barca había mucha gente, nadie conocido. Viajaba solo, nadie sabía de mi paradero.
La idea de viajar fue repentina, un pensamiento que me decía que tenia que alejarme de todo y de todos.

Eran aguas caribeñas, calientes y trasparentes las cuales nos llevaban a una isla que no tenía vegetación, parecía que el volcán que la coronaba hubiese entrado en erupción hacia poco. Su aspecto era gris y muerto pero a la vez hermoso.

Note un golpe, parecía que habíamos chocado con algo, no le di importancia, debió ser un pez o algo semejante. Al cabo de un rato otro golpe, un poco más fuerte, hizo que algunos personas perdieran un poco el equilibrio pero que no llegaran a caerse. Luego vino un tercer golpe. Este fue tremendamente fuerte rajando la hojalata del barco y haciendo entrar abundante agua, la gente gritaba y no paraba de ir de un lado a otro del barco.

A pocos metros de la costa el barco se hundió. Tuvimos que nadar, nadie sufrió ningún daño.

Entre tanto gris una luz purpura nos llamo la atención. Provenía de una cueva. Todos juntos entramos allí. La luz era emitida por una amatista donde los rayos de luz caían. Murmullos inundaban el lugar. Me sentía vigilado y pronto supe por quien.

Una bandada de gente empezó a atacarnos, tenían grandes colmillos en sus bocas y sus ojos eran blancos. Intentaron morderme pero eran tan estúpidos y sin vida que era fácil poder apartarse de ellos. Pero eso no era todo, desde fuera un hombre que lanzaba una especie de cuchillas afiladas con las manos las cuales si te tocaban, te dejaban en el suelo inmovilizado o casi muerto, perfecta presa para esos seres.

A medida que iba pasando el tiempo me iba quedando solo. La desesperación se hacia más creciente en mi. Ese chico tirador de cuchillas se acercaba a mí. Era realmente hermoso, joven, de ojos violetas y penetrantes,su pelo era gris y su cuerpo bien moldeado. Los zombis se apartaban al notar su presencia. Me encontraba arrinconado.

Me miró de arriba a bajo.

-Eres bastante atractivo.-

Dijo.

Se acercaba a mí abriendo su boca y dejándome ver sus afilados y blancos colmillos.

-¡Apártate! No dejare que me muerdas.-

Le grité con rabia.

El chico solo sonrió y entonces se aparto dejando paso otra vez a esos seres de mirada muerta y babeantes bocas. Estaba en un callejón sin salida. Como no hiciera nada me iban a matar o convertir en otro ser como ellos. Varios de los pasajeros ya se encontraban entre ellos, como uno más.

No podía hacer nada para salvar mi vida.

No quería acabar de esa manera, no quería ser un zombi.

-Puedes escoger.-

Una sensual voz sonó detrás mío. Un musculoso hombre de lujuriosa mirada azul y larga cabellera rubia me sonreía.

-Si dejas que te muerda el chico de mirada violeta todo será distinto, podrás mantener tus recuerdos y tener una mente lucida. Tu estomago no será quien piense por ti.

Mis manos no dejaban de golpear las cabezas de esos bobos seres y lagrimas empezaban a salir de mis verdes ojos.

“Este es mi fin.” Pensé. Acepté mi destino.

-¡No quiero ser un jodido vegetal!-

Un hilillo de saliva se escurrió por mi boca. Estaba cansado.

De repente la asquerosa epidemia se aparto dejando paso al atractivo muchacho. Su mirada era devoradora.

-Solo déjate llevar.-

Me susurró al odio el que iba a ser mi futuro amo. Clavo sus dientes en mi cuello y empezó a succionar con ansias. Rugí de dolor. Mis fuerzas me abandonaron al instante, notaba como se llevaba mi vida y con ella todos los recuerdos de las personas que me habían conocido. Mientras iba succionándome la sangre acariciaba mi cuerpo haciendo que se convirtiera en una adicción para mi. Entonces, rugí de placer. Mis ojos estaban cerrados y mi boca entreabierta cuando note que un liquido caía en ella, era dulce y en el se encontraba un toque picante. Relamí mis labios en busca de más.

-Bebe.-

Me ordenó extendiéndome su muñeca cortada.

- Ahora serás completamente mío.-

Después de ese delicioso manjar me desperté en fina piel de lobo, estaba desnudo.

En lo primero que pensé fue en él, mi amo, mi adicción, mi todo. Mire a todos lados y solo pude ver una mirada azulada que me observaba. Era ese hombre de cabellera dorada. Llevaba una capa de terciopelo color rojo vino cubriendo su desnudez.

-Veo que ya te has despertado. Hermosa criatura.-

Apoyaba su rostro en su mano y su codo en el apoyabrazos de su lujosa silla.

Era una visión hermosa pero yo solo buscaba a esa persona.

-¿Dónde esta?-

Solo poda articular esas palabras.

-Tranquilo, ahora vendrá.-

Dijo levantándose dejando al descubierto su brillante y fino torso. Se acerco a mí y acaricio mi pelo castaño.

Ansiaba contacto. Como si fuera un gato seguí su mano para que siguiera enredado sus dedos en mi pelo.

Ronroneé.

-Que yo sepa las leyes dicen que tienen que estar los tres antes de hacer nada.-

Se escuchó una voz a lo lejos.

-Solo complacía un poco a tu mascota.-

Gire rápidamente mi cabeza para poder ver a la persona que decía esas palabras, era él. Salí de la alfombra de piel para ir a gatas hacia ese ser que me atraía tanto. Me restregué en sus piernas aun tapadas por una fina tela.

-Nh...-

Lo mire extasiado de placer. Realmente su piel y su olor eran una droga que me había viajar hasta un mundo de placer y dulzor infinitos.

Se agacho y se puso a mi altura.

-Aun no te he dicho tu nuevo nombre. De ahora en adelante serás Rayen.-

No le presté mucha atención a lo que me decía en esos momentos. Solo observaba su rostro. Sin darme cuenta casi tenia mis labios posados en los suyos.

-Eh... ¿A caso no quieres saber como me llamo?-

Me apartó de él. Solo pude gemir de molestia.

-Mi nombre es Alain.-

A pesar de todo su hermoso nombre se me quedo grabado en la memoria.

-¿Sabes? Estas mojando mi pantalón con tanto goteo. Estas completamente humedo.-

Recalcó acariciándome la punta de mi miembro. Gemí.

Me llevó en brazos hacia esa suave alfombra cerca de esa especie de ángel de mirada lasciva.

El mayor acarició la mejilla de mi amo.

Él se aparto un poco. Aunque sus ojos empezaban a cerrarse a causa del pacer que este le provocaba.

El rubio se tumbó.

-Ven aquí.-

Me dijo Alain.

-Me colocó encima del pecho del ese hombre. Él se dirigió hasta la entrepierna del ojiazul y empezó a lamer su ingle.

Comencé a gemir de celos y placer. Con rabia empecé a chupar uno de sus grandes y ya erectos pezones y a acariciar con mi mano el otro.

-Oh... lo hacéis muy bien.-

Jadeo estremeciéndose un poco. Y algo empezó a apoderarse de mi. El tacto de la piel de ese hombre, el sabor, los sonidos, todo eso estaba haciendo que mi cuerpo empezara a arder. Mis dientes dolían, notaba como crecían. No pude evitar morder el lado inferior del pectoral de ese hombre. Empecé a succionar sangre. La suya era más espesa y salada que la de Alain pero igual de adictiva.

-El pequeño se te ha adelantado.-

Le advirtió a mi amo. Entonces él le mordió la pierna e igual que yo empezó a beber de su sangre.

Los gemidos del más mayor nos contagiaron los nuestros convirtiendo esa especie de cámara donde las paredes eran rocas en un gemido casi único.

-Mm me vais a matar.-

Entonces él me cogió de las axilas y me subió hasta su cara. Mordió mi nuez haciéndome gritar de dolor. También empezó a lamer y tragar mi sangre. Era como una especie de intercambio deliciosamente erótico ya que la sangre era el mejor afrodisíaco.

Sentí que mi vista empezaba a nublarse cuando me aparto de él.

-Ya vasta Ragasiel.-

Alain me apartó del más mayor aplastándome contra su pecho que estaba lleno de sangre.

Ragsiel relamió sus ensangrentados labios y volvió a su sillón florado de piel de algún animal salvaje.

Entonces el peligris me miro a los ojos. Un gran deseo se apodero de mí haciendo que me lanzara a sus labios besándolos de forma salvaje. Haciendo que no tuviera mas remedio que quedar debajo mío. Mis gemidos eran más que sonoros.

Nunca antes había sentido algo así por una persona ni por nadie. Había cambiado completamente convirtiéndome en un esclavo sexual, no, completo de ese hombre que tenia debajo de mí.

-No te cortes.-

Dijo cuando me separe de sus labios

-Muérdeme con fuerza.-

Y así lo hice. Lamiendo su cuello hasta llegar a su hombro que desgarre de un mordisco gimiendo y excitándome de tal manera que sin ni siquiera hacer nada mas me corrí en su vientre.

Cuando sacie mi sed me di cuneta que su miembro estaba dentro de mí.

-Muévete.-

Me ordeno.

Me moví de abajo arriba jadeando, entonces lo volví hacer más deprisa cogiendo un ritmo frenético. El dolor combinado con ese extraño placer que recorría mi espina y todo mi cuerpo al llegar hasta el final me volvían loco haciéndome gritar como un loco.

Más allá observándonos se encontraba el rubio masturbándose frenéticamente, siguiendo mi ritmo.

-Ahh ahh... ¡No puedo mas!-

Grité derramando mi semilla otra vez. Baje el ritmo de mis movimientos mirando su cara. Sudaba pero su expresión era la misma.

¿Cómo podía ser que no sintiera lo mismo que yo? Quería que sintiera placer. Quería que jadeara. Quería sentir su cuerpo deshacerse dentro de mi. Decepcionado por no haber complacido a mi amo empecé a moverme otra vez con más fuerza y brutalidad, yendo para adelante, para atrás, subiendo y bajando.

Pero su expresión seguía igual de fría. Me frustraba, me moría de rabia.

-¡Córrete, córrete dentro de mi!-

Grite desesperado con lagrimas de impotencia y dolor a causa del desgarro que estaba sufriendo en mi interior.

No supe si fue por mi cara de dolor, por mis movimientos o porque se canso de aquello pero Alain derramó todo dentro de mí regalándome únicamente una expresión de alivio al terminar. A pesar de aquello me vine por tercera vez.

Me tire encima de su pecho.

-Acaríciame por favor.-

Le supliqué. Las lágrimas caían por mis ojos a causa de su indiferencia.

-Por favor.-

Le volví a repetir cogiendo su mano, pasándola por todo mi cuerpo, jadeando y sonrojándome con ese tacto. Otra vez me cogió en brazos y me llevo delante del que parecía tener algún tipo de respeto.

-Voy a empezar contigo.-

Dijo el rubio dirigiéndose a Alain con una sonrisa. Se levanto de la silla y volvió a sentarse en la sucia alfombra.

Su pene ya estaba erecto y mi compañero solo se sentó encima de él y empezó a moverse. Yo me encontraba mirado la escena aun con lágrimas en los ojos.

¿Por que quería estar con él y no conmigo?

-Alain...-

Intente llamar su atención.

-Ve con él.-

Susurró entrecortadamente.

Como antes, me senté en el vientre del rubio sin mirarle la cara, solo miraba a mi amo.

Bese sus labios y fui bajando lamiendo toda la sangre que le quedaba hasta llegar a su miembro que empecé a chupar.

-Vaya vistas que me ofreces pequeño.-

Ragsiel sin previo aviso empezó a lamer mi entrada.

Casi no podía hacer nada a causa de sus movimientos pero quería complacerle más. Solo quería poder estar con él pero las lamidas que me estaba otorgando Ragsiel eran demasiado exquisitas como para ignorarlas, unos primeros jadeos invadían mi garganta aunque yo aun intentaba poder mantener el miembro de Alain en mi boca.

Sonidos guturales salían de la boca del rubio, se había corrido dentro del ojivioleta.

Después de eso simplemente salió del más mayor.

Lo seguí con la mirada aun tirado encima de Ragsiel. Se marchaba.

-¿A dónde vas?-

Le pregunté con un hilo de voz ya que volvía a notar las lamidas.

No contesto simplemente salió de esa estancia.

-No te vayas.-

Pretendía levantarme pero el mayor me lo impidió.

-No puedes irte hasta que no hayas sido mío una vez.-

-No, no quiero.-

Intentaba escurrirme de sus brazos pero era imposible, su fuerza era sobrehumana y cuando me volvió a morder como en la primera vez perdí toda la fuerza.

Continuará

Pues es mi historia para cuando tengo ganas de escribir lemon. Me gusta vastante y en amor yaoi ha tenido vatsante exito en fin espero que os haya gustado.